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Este miércoles, en la última edición del año 2022 de las revistas, ¡Hola! llevaba a su portada una de las noticias más inesperadas del año. Isabel Preysler confirmaba su ruptura con el escritor Mario Vargas Llosa, tras ocho años de amor. Una separación definitiva, tal como revelaba la madre de Tamara Falcó, que se ha producido hace algunas semanas. De hecho, el Premio Nobel de Literatura ya ha abandonado el domicilio madrileño de Preysler y se ha instalado en el piso que posee en el centro de la capital.
Como era de esperar, nada más conocerse la noticia, todos los ojos se han puesto en la ‘reina de corazones’. Sin embargo, ni rastro de Isabel Preysler. La madre de la marquesa de Griñón pasó la Navidad en familia, antes de que se conociera la noticia de su ruptura pero, desde entonces, no se sabe nada de ella. Los periodistas que han estado de guardia en la casa de Isabel no han visto ni rastro de la madre de la marquesa de Griñón, solo los movimientos habituales del personal de servicio de la residencia.
Al parecer, Isabel Preysler ha viajado a Miami para pasar los últimos días del año y ha aprovechado antes de que la revista publicara la noticia para poner tierra de por medio y así evitar en la medida de lo posible el revuelo mediático. Según parece, Preysler cerrará el año en Estados Unidos, en compañía de sus hijos mayores, Chábeli, Enrique y Julio José, con sus respectivas parejas e hijos, que estarán felices de apoyarla en este complicado momento.
Tal como Isabel reveló a la revista ¡Hola!, los celos podrían haber tenido mucho que ver en la ruptura con Mario Vargas Llosa. El escritor abandonó la casa a mediados del mes de diciembre tras una discusión y sin dar explicaciones, pero no sería la primera vez que ocurría algo así. Una actitud que disgusta mucho a Preysler, que quiere disfrutar de una vida tranquila y sin sobresaltos.
Por el momento no se sabe si Isabel Preysler ha viajado sola o en compañía de alguna de sus hijas menores, aunque sería lo más probable. La situación de la socialité y el escritor ha pasado bastante desapercibida dado que en los últimos meses ha sido su hija Tamara, marquesa de Griñón, la que más atención ha acaparado. No hay que olvidar que Tamara ha pasado de estar comprometida con Íñigo Onieva a anunciar su ruptura en tiempo récord. Más aún, poco después han surgido rumores de un posible acercamiento con Hugo Arévalo, en medio de una polémica del empresario con Onieva.
No obstante, a pesar de esto, lo cierto es que en las últimas salidas de Isabel Preysler sí que resultaba llamativa la ausencia de Vargas Llosa, como en la boda de la estilista Cristina Reyes o en la celebración del ochenta cumpleaños de Alberto Alcocer, hace apenas unas semanas. Dos citas importantes en la agenda de la madre de la marquesa de Griñón a las que acudió sin el Premio Nobel de Literatura, que ya estaba instalado en su casa del centro de Madrid.
Una petición frustrada
Aunque la versión oficial de Isabel Preysler es que la ruptura se ha producido a raíz de un ataque de celos del literato, al parecer, podría haber otros motivos también. Según ha apuntado María Patiño en Sálvame, la madre de Tamara Falcó quería casarse. «No quería quedarse como una amante de por vida en el caso de que le pasase algo». Para Isabel Preysler darse el ‘sí, quiero’ con el peruano «era fundamental».
Tal como ha dicho la periodista, Preysler quería formalizar la situación, algo que no se ha producido. «No quería casarse de manera formal», ha dicho María Patiño, pero sí quería dar un paso más, porque se negaba a quedar como la amante de Vargas Llosa.