Íñigo Onieva se relaja en la noche madrileña mientras Tamara Falcó sigue inmersa en la Cuaresma
El empresario ha sido visto en Madrid junto a un amigo y dos amigas
Tamara Falcó ha compartido un vídeo en el que explica que está en Cuaresma
Íñigo Onieva vuelve a acaparar la primera plana mediática de la crónica social de nuestro país. El empresario ha sido visto junto a un amigo y dos amigas acudiendo al restaurante de comida japonesa Li-onna, situado en la calle de Recoletos de Madrid.
Los cuatro salieron del citado local sobre las 00:30 horas e Íñigo se mostró tan divertido como relajado. Este encuentro del empresario con su círculo más cercano tuvo lugar horas después de que asistiera, junto a Tamara Falcó a la a inauguración de la 44ª edición de ARCOmadrid, la Feria Internacional de Arte que tuvo lugar en el recinto ferial de IFEMA.
Y es que durante el plan con su mujer, el empresario se mostró algo tenso cuando vio a la prensa. Si bien la marquesa de Griñón hizo gala de su habitual amabilidad, su marido optó por una actitud completamente diferente que se convirtió en objeto de polémica. De esta manera, se confirma que en el mismo día Tamara e Íñigo hicieron planes juntos, pero también separados, tal y como ha dado a conocer Diez Minutos.
Al margen de lo descrito en las líneas anteriores, mientras Íñigo Onieva se despeja en la noche madrileña, Tamara Falcó continúa inmersa en la Cuaresma. De hecho, ha sido la propia hija de Isabel Preysler la que ha compartido en su perfil de Instagram, donde reúne más de un millón de seguidores, cómo se siente al realizar esta tradición religiosa que corresponde al tiempo del año litúrgico cristiano destinado a la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua.
Mirando al objetivo de la cámara, Tamara Falcó lanza un mensaje a sus seguidores. «¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo que significa realmente renunciar? ¿Qué pasaría si dejáramos de lado lo que nos da un placer inmediato para acercarnos mucho más a Dios? Soy Tamara Falcó y hoy quiero hablarte sobre el poder del ayuno», comienza diciendo. «No se trata sólo de dejar de comer es un acto un poquito más profundo. Es el renunciar al ruido constante que llena nuestras vidas para abrir espacio a Dios. Renunciar a algunas de las comodidades puede ser algo incómodo, pero es que esto es sanar, dejar a Dios que te sane. Es una forma de escuchar al Creador, al Señor, a decir que estás con él. Él estuvo 40 días en el desierto ayunando. Así que esta Cuaresma os animo a seguir el reto de Hallow», continúa. «Es momento de bajar ese ruido constante y conectar con Dios. Estamos en la segunda semana de los 40 días de oración, ayuno y entrega», finaliza la aristócrata.