Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes se ríen de su fracaso como presentadores de Los Goya
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La gala de los Goya no fue lo que muchos esperaban en lo que a presentadores se refiere. El hecho de que una gala supuestamente feminista estuviera presentada por dos hombres ya era la primera contradicción de unos premios que este año no han vivido su mejor ceremonia de entrega.
Hasta este último año había sido el humorista Dani Rovira el encargado de dirigir la entrega, siendo duramente criticado cada una de las tres veces que lo hizo. Para el 2018 la academia volvió a apostar por el humor eligiendo a Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes y, aunque todo apuntaba al éxito, lo cierto es que la gala estuvo llena de silencios y momentos incómodos.
Haciendo gala de su profesión, los de Albacete han atendido a diferentes medios y han demostrado encajar las críticas con todo el humor del mundo, llegando a confesar que no se dieron cuenta de que estaba yendo mal y que se fueron a dormir convencidos de que la gala había sido un éxito: «No lo consigo explicar. Los ensayos habían funcionado, o eso parecía. La gente se reía. La sensación era muy buena. Me parecía que estábamos haciendo algo gracioso. Tenía la sensación de que las bromas encajaban con el tono de la velada…”.
Aunque Dani Rovira les recomendó que no leyesen las críticas, Sevilla asegura a Vanity Fair que las ha leído todas e incluso tiene su favorita: «Me gusta especialmente la que dice que hemos hundido la gala. Que un periodista escriba eso es alucinante. Nosotros dos solos. Y también me encanta que digan que hemos hecho los peores Goya de la historia. Seguro que costaría decidir cuál fue la mejor, pero la peor ya sabemos todos que ha sido esta. Eso tiene su mérito. Me hace cierta ilusión, lo digo en serio».
Aunque se ríen cuando se les plantea la posibilidad de volver a hacerlo y aseguran que la Academia no volverá a contar con ellos, Ernesto y Joaquín han demostrado que, tras 17 años dedicándose al humor, esta experiencia no ha sido mala en absoluto a pesar de quienes se empeñan en criticarles.