Enrique Ponce reaparece en un mano a mano tras tres años escondido: el 17 de mayo vuelve a los ruedos

Comienza una nueva etapa en la vida de Enrique Ponce, el  torero que acaparó todas la miradas  cuando dejó los ruedos y dejó a su mujer, Paloma Cuevas para iniciar un retiro deliberado y soñado en Almería junto a su joven novia Ana Soria.  Ahora está a punto de volver a hacer lo que más le gusta y lo que mejor hace: torear.

El día 17 de mayo con 52 años , el niño que soñaba con ser figura del toreo en su pueblo, vuelve a vestirse de luces en la plaza francesa de Nimes, con toros de Juan Pedro. «Me fui porque lo sentía así. Me fui en un momento bueno pero necesitaba parar…», confesaba ayer en un evento en Sevilla, junto al periodista Pepe Ribagorda.

«No pensaba volver. Estaba allí en Almería, feliz… pero me empezaron a decir que tenía que hacer algo para despedirme bien de los ruedos después de tantos años… Poco a poco de tanto decírmelo, pensé pues sí y vuelvo para hacer esta temporadita. Entre 15 y 20 corridas. Quiero que sea algo especial, como una despedida de cada plaza y de cada zona», explica el torero ilusionado con el cambio de rumbo que asume este año 2024. Deja su escondite al sol y sale al ruedo de nuevo. Ponce vuelve a ser Ponce, deja atrás los días de vino y rosas junto a su novia Ana Soria. Días de sol y playa. De barco. De golf. De redes sociales con imágenes con carantoñas y de salidas con amigos de corta edad.

Pero el nuevo rumbo no es tan fácil como parece. Para volver a torear Ponce reconoce que «al toro hay que formarle un lío. En casa estaba muy a gusto», -bromea-. Para torear hay que estar en forma y muy mentalizado. Después de cinco mil toros matados, Ponce es una leyenda, un torero de época que vuelve. Más cien corridas al año durante 10 años. Su recorrido es difícil de igualar. Y en figura.

«Lo difícil de volver es mirar al toro desafiante otra vez y decirle aquí estoy yo. Cuando te quitas de torear, la mentalidad cambia. Te relajas. Lo difícil es ahora volver a mentalizarte», insiste en esa idea de que volver al ruedo exige concentración mental, un cambio de vida radical de nuevo y por supuesto estar en plena forma. Que lo está, reconoce.

Figura del toreo

Anunciaba su retiro sine die de los ruedos el día 29 de junio de 2021 después de treinta años en la cúspide como figura del toreo. Ha sido figura del toreo y de la vida social durante muchas décadas. Es un maestro, una leyenda que hace tres años se fue. Ahora recupera la ilusión para despedirse de sus seguidores. Precisamente cuando la Fiesta está más en cuestión y cuando el ministro de Cultura , abiertamente antitaurino, anuncia la retirada del Premio Nacional de Tauromaquia, que Ponce recibió en 2017. «Usted quien es para decir si el toreo es cultura o no… ; sea usted un señor – dice al ministro- tiene la obligación de respetar al mundo del toro, le guste o no», recrimina Ponce con firmeza.

«No puede hacer más que eso», apostilla el periodista Pepe Ribagorda. Amigo y padrino de alternativa en asunto de la cocina del torero, quien recuerda que su padre era «chef de la cocina en la Universidad Laboral». Vamos, que algo de cocina ya sabía.

Ponce tiene un deseo para esta temporada: «que la gente que vaya a verle, pueda verme bien, cuajar un toro» reconoce en público durante el mano a mano organizado por Fundación Cajasol. Ponce echa la vista atrás y no puede sentirse más orgulloso de su trayectoria profesional. Se reivindica. «Hay dos clases de torero, los que se siente líderes y grandiosos, con responsabilidad y otros que no tienen ese sentimiento». Tener mucha afición y humildad, son las claves de sus triunfos en el escalafón, dice. Ponce vuelve para dejar buen sabor de boca, aunque sabe que su «historia está hecha».

Divorcio sonado

Enrique Ponce Martínez y doña Paloma Cuevas Díaz anunciaban su divorcio con un comunicado. «Viendo la gran repercusión mediática que estamos teniendo en los últimos días, queremos manifestar que nos encontramos en trámites de separación de hecho». «Ha sido una decisión muy meditada, tomada de mutuo acuerdo y desde el profundo cariño y respeto mutuo que nos tenemos y que hemos demostrado durante todo nuestro matrimonio». Ambos han pasado página y rehecho sus vidas. Paloma Cuevas es feliz junto a Luis Miguel y Ponce con Ana Soria. Sus dos  hijas les unen de por vida. Y alguna empresa en común.

La finca Cetrina, en Navas de San Juan, con una gran casa y piscina con forma de capote fue su cuartel general cuando estaban felizmente casados, una finca que es ahora un espacio idílico para la celebración de eventos, un negocio que empezaron a explotar en el año 2022. Especialmente bodas. Puede albergar hasta 400 invitados y dispone de alojamiento propio. El alquiler por un día cuesta en torno a los 5.000 euros.

Según ‘El Mundo’, Dolores Delgado y Baltasar Garzón tienen prevista la celebración de su boda allí el próximo 11 de mayo por todo lo alto con una gran fiesta llena de vips. Les une profunda amistad a la familia de Ana Soria, con quien su padre Fernando comparte oficio y en ocasiones despacho. Y sabido es la gran afición de Garzón a la fiesta de los toros. Qué mejor lugar para festejar que la finca de una figura del toreo que vuelve a torear. Y donde seguro que habrá una becerra enchiquerada en la plaza de tientas, lista para ser tentada por el maestro y sus amigos.