Paula y Bustamante: Crónica de un divorcio anunciado
Paula Echevarría confirma que se separa de Bustamante
Los verdaderos sentimientos de David Bustamante tras la separación
El frío reencuentro entre Paula Echevarría y David Bustamante
El 5 de enero del 2017, David Bustamante y Paula Echevarría eran fotografiados por última vez como la pareja feliz que todos pensaban que eran. Estaban junto a su hija Daniela viendo la cabalgata de Reyes en una localidad cercana a su domicilio. Nada hacía presagiar entonces que, pocos días más tarde, David haría las maletas para nunca volver. Hoy, justo un año después, se confirma al fin lo inevitable. La pareja se divorcia.
Desde el mes de abril, la noticia fue puesta sobre la mesa. Entre eufemismos, evasivas, falsos desmentidos y mucha tensión han transcurrido estos diez meses en los que todos los ojos les miraban a ellos en busca de una respuesta definitiva. Ha sido la noticia de un posible romance de la actriz con el futbolista Miguel Torres lo que ha desencadenado la confirmación de la separación. O tal vez es mera coincidencia. Sea como fuere, se acaba el cese temporal de la convivencia de Bustamante y Echevarría y empieza su nueva vida. Cada uno por su lado, pero juntos en busca del bien común de aquello que más quieren, su hija de 8 años, para la que piden todo el respeto que merece.
La isla de Gran Canaria fue el escenario del último viaje de la pareja. Allí despidieron el 2016 junto a Daniela, pasando algo menos de una semana entre baños en el mar, relajadas tardes de piscina y muchas horas de conversación. El 4 de enero, el matrimonio pisaba Madrid y era recibido por los reporteros en Barajas. La cara de Bustamante daba poco pie a las felicitaciones de año nuevo. Llegaba muy disgustado. Era difícil imaginar que, tras su rostro contrariado, se escondía una realidad muy dura a la que tenía que hacer frente en solo unos días: irse de su hogar.
Y así fue. En sigiloso silencio, con la inquebrantable complicidad de sus padres, hermanos y algún amigo íntimo, David salió de su domicilio pocas semanas después de comenzar el 2017, un año negro para su historia personal. Febrero y marzo fueron los meses de asimilar el cambio, pero a nadie pasó desapercibido que la pareja ya no se paseaba junta los fines de semana. Objetivo habitual de las cámaras que llenan con sus instantáneas las páginas del papel cuché y los digitales del sector, el matrimonio ya no se dejaba ver junto pero, sospechas e interrogantes aparte, nadie imaginó la seriedad de la situación que estaba atravesando.
La mañana del lunes 3 de abril el secreto mejor guardado de la pareja se convirtió en la noticia del año cuando el periodista Antonio Rossi confirmó la separación en el Programa de Ana Rosa. Comenzaron entonces los nervios, la tensión, los falsos desmentidos y el no saber cómo afrontar una situación que ni los propios protagonistas decían tener clara. David hablaba con tensión contenida desde la ventanilla de su coche de lo mucho que quería a su mujer y, Paula, en su primera aparición ante los medios pocos días después para presentar su fragancia, entonó un ‘no, pero sí’ lleno de evasivas que acabaron en un callejón sin salida bajo el titular de “en mi casa pasan cosas”.
Bustamante encontró refugio en casa de unos buenos amigos. La casa de sus padres, a la que se había mudado, eran un hervidero de periodistas que le ponía muy nervioso. Se trataba de un piso pequeño que alquiló en su día a pocos kilómetros de su domicilio para que sus padres dejaran por temporadas su Cantabria natal y estuvieran cerca de él. Ahora, se había convertido también en un lugar incómodo así que, de forma temporal, se trasladó a casa de unos amigos prácticamente con lo puesto hasta que se rebajase la expectación mediática.
El norte fue la vía de escape de los que aún son marido y mujer. Allí están sus raíces, su gente y su refugio. Así que allí pasaron sus primeras vacaciones separados en Semana Santa y, en el mes de junio, allí celebraron la Comunión de Daniela, uno de los grandes ‘retos’ del año. Lo superaron con nota. David y Paula ofrecieron la mejor de sus sonrisas por el bien de su hija y fueron generosos a más no poder con una prensa que dio fe de un comportamiento ejemplar por parte de dos padres separados, como poco, de hecho. La confusión ante tan buena sintonía no solo alcanzó a terceros. También a los protagonistas, que en estos meses pasaron por épocas de mayor acercamiento y otras, que finalmente se han impuesto, de diferencias y distancia.
La fiesta del 40 cumpleaños de Paula Echevarría organizada por la revista ELLE fue tal vez el punto de inflexión hacia el inevitable final. Ese día, se acabaron los ‘postureos’ ante las cámaras. David no acudió. Ya no formaba parte del nuevo año que Paula celebraba. Prefirió quedarse en el evento en el que participaba para presentar la nueva programación de Telemadrid y conoció a Ares Teixidó, la mujer con la que vivió un romance que duró aproximadamente un mes, exactamente hasta que la revista Lecturas lo descubrió en el mes de octubre. Para entonces, David ya se había buscado un piso al que llamar ‘hogar’ y empezaba su nueva vida de separado, en una línea mucho más discreta de la de Paula, a quien su separación le ha disparado la cota de popularidad.
Las navidades supusieron otro de los retos a los que hacer frente, con compromisos familiares y planes dispares de por medio que repartirse; reparto que no estuvo exento de tensiones, de alguna manera lógica. Y con el nuevo año, llegó el nuevo rumor con nombre de hombre. Miguel Torres, el atractivo futbolista que juega en las filas del Málaga, saltó el jueves pasado como posible conquista de Paula Echevarría. La noticia corrió como la pólvora y la aludida no tardó en pronunciarse, ¡al fin!, en las páginas de la revista Mujer Hoy. “No hay vuelta atrás con David”. Ha pasado un año desde que se separaron de hecho. Con futbolista o sin él, el tiempo se ha encargado de hacer definitiva la situación. A partir de ahora, se acabaron los eufemismos y, tal vez, la losa que les obligaba a los protagonistas a vivir en una doble realidad de casados-separados.