El día que Pablo Motos pudo ser novio de Isabel Preysler
Isabel Preysler regresa esta noche a 'El Hormiguero'
La socialité acaba de presentar sus memorias, 'Mi verdadera Historia'
Preysler y Pablo Motos mantienen una amistad desde hace más de una década
Esta noche Isabel Preysler vuelve a encontrarse con Pablo Motos. Alguien que es mucho más, para ella, que el presentador que hará la promoción definitiva de su libro biográfico, Mi verdadera Historia, en horario de máxima audiencia. Pablo Motos es uno de los selectos privilegiados que forman parte del núcleo duro de la reina de corazones. A él le considera, y así lo ha dicho, su amigo. A él le unen tardes de cine, secretos inconfesables tras los muros de su hogar y una etapa clave en la vida de la VIP entre las VIPs.
Isabel Preysler y Pablo Motos se conocieron el mismo año que la socialité daba un paso al frente junto a Mario Vargas Llosa. En mayo de 2015, la viuda de Miguel Boyer y el premio Nobel de literatura hacían oficial su noviazgo y había una persona que sería testigo, sin querer, de la trastienda de esta relación: Pablo Motos. En abril del mismo año, solo unas semanas antes de este anuncio bomba, Motos recibía a la socialité en su programa con motivo de la presentación de su línea cosmética «My Cream» y ahí saltaba la chispa de su amistad. Motos no dudó en levantarse de su trono de presentador y cederle su silla a la reina de corazones confesando que así se lo había pedido ella misma, la razón la dio la entrevistada: «Me di cuenta de cuál era mi perfil bueno cuando me separé de Julio». Este gesto por parte de Motos, ayudando a potenciar la belleza de Isabel en el access prime time, sería la primera piedra de una amistad blindada entre ambos, mucho más intensa de lo que muchos piensan.
Poco después de su primera entrevista con Pablo, en concreto el 15 de junio de 2015, y con la prensa a las puertas de la mansión de Isabel en Puerta de Hierro, Isabel invitó a Motos a una fiesta cuando lo suyo con Vargas Llosa se acababa de hacer oficial. El jefe de 7 y Acción llegó a Villameona en taxi y, acompañado de su mujer Laura Llopis, pulsaba el telefonillo de una de las casas más famosas de la crónica social : «Somos Pablo y Laura». Desde el otro lado del cable y con voz metálica le preguntaban «¿Vienes a ver a Isabel?», a lo que Motos contestó con un escueto y rotundo «Sí». Frente a los medios apostados en la puerta del festín, el presentador sentó las bases de la que ya es una amistad que acaba de cumplir una década. Ante la pregunta de los medios sobre el sonado romance de Isabel y Mario, Pablo sentenciaba: «No hablo de eso, vamos a una fiesta». Y desde entonces hasta hoy.
Tardes de cine forum, una cena con paparazzi y el fichaje de Tamara
Desde aquel día, Pablo e Isabel dejaron de ser entrevistador y entrevistada para comenzar con una amistad que bebe de amigos comunes como la exitosa esteticista Isabel Yébenes y encuentros privados tanto dentro del domicilio de Isabel -Pablo ha sido uno de los privilegiados invitados a las conocidas sesiones de cinefórum de Isabel en casa-, como en citas fuera de sus respectivos domicilios.
Aunque ninguno de estos encuentros han trascendido públicamente, debido al hermetismo que aplican ambos interesados, Pablo Motos tuvo a bien descubrir, en una ocasión, una de sus salidas con Isabel. «Estuve a punto de ser el nuevo novio de Isabel Preysler». La cita fue completa: evento, cena y salida hasta altas horas de la madrugada: «Todos teníamos prensa, pero, básicamente, los fotógrafos estaban por tu madre. Los demás éramos mariachis con guitarrón, a la que perseguían era a ella». Y vaya si la persiguieron, la persiguieron hasta las dos de la madrugada ya que, como relató el presentador en un descubrimiento inédito sobre Preysler, ambos «quemaron la noche».
Pablo no reveló el gran secreto de su cita con Isabel porque sí a la audiencia de su programa, sino que lo hizo, en directo, en un arranque de sinceridad con Tamara, a la que había fichado como colaboradora de su programa en el año 2020, cuando su historia con la reina de corazones acaba de cumplir un lustro. Otro de los hitos de la amistad entre ambos.
Desde que su historia (a un minuto de ser algo más) comenzó, la buena onda ha seguido creciendo entre ellos. Tanto es así que Motos se mojó en la ruptura mediática de Tamara Falcó e Iñigo Onieva y luego, como un amigo más, acompañó a toda la familia en el sí quiero de la pareja, contra todo pronóstico. Desde entonces hasta hoy sólo han cambiado dos cosas, la historia de amor de Isabel con Vargas Llosa hizo aguas y su negocio de cremas pasó a la historia