El desencuentro entre Santacana y Sánchez Vicario ya tiene nueva fecha
La tenista y el empresario tienen una nueva cita esta semana en los juzgados de Miami
El divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana quedó ayer en ‘stand by’ después de que la defensa de la deportista pidiera la anulación de las capitulaciones matrimoniales que firmaron antes de convertirse en marido y mujer y solicitar que sea en Miami donde se resuelva la separación.
La próxima cita de la expareja es esta semana en los juzgados de Miami, donde desde el pasado 1 de febrero se está decidiendo si existe o no la opción de que su divorcio se solvente allí -tal y como quiere Arantxa- en vez de en Barcelona -como es deseo de Santacana-. Ese mismo día, el todavía matrimonio habrá de ratificar ante la jueza de Florida el acuerdo de custodia que mantienen desde el pasado verano, por el cual ambos disfrutan de manera alterna de la compañía y el cuidado de sus dos hijos.
Así las cosas, todavía están pendientes de saber si finalmente la separación definitiva se resuelve en España. Esto dependerá exclusivamente de la decisión de la magistrada que lleva el caso, que podría inhibirse de la parte referente al divorcio -la otra es la custodia y ya está resuelta- aludiendo que ya ha sido aceptado en los juzgados de Esplugues, donde se celebró el matrimonio. Si por el contrario la jueza decide asumir el divorcio, entonces habrá que esperar a que sean los magistrados quienes decidan el escenario final de la contienda legal, aunque lo normal sería que fuese en Cataluña dado que el derecho internacional afirma que el divorcio debe resolverse en el lugar donde se han firmado las capitulaciones y donde se puso la primera demanda.
El motivo del enfrentamiento actual entre Arantxa y Josep radica en las capitulaciones que firmaron antes de contraer matrimonio. En un primer momento, nada más conocerse su separación, la tenista acusó al padre de sus hijos de querer quedarse con sus bienes y su patrimonio, algo que el catalán decidió atajar de una manera tan contundente que dejó a su ex sin argumentos que mantuvieran las graves acusaciones que estaba haciendo contra él. En un primer momento, Santacana había puesto la demanda de divorcio en Estados Unidos, por ser donde residía, pero, al ver cuál era la actitud de la madre de sus hijos optó por retirarla y ponerla en España, donde el acuerdo prematrimonial que había firmado por propia voluntad antes del ‘sí quiero’ tiraba por tierra la teoría de la deportista acerca de sus intenciones.
Tal y como confirmó en su momento el entorno de Josep a LOOK, el tema que más angustiaba al catalán era el referente a sus pequeños por lo que, al haberlo resuelto, Santacana afronta las novedades con una gran tranquilidad, convencido de que la justicia seguirá de su parte. | [LEER MÁS: Amaia dinamita su última oportunidad de un final feliz con Alfred]