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El cantante quiere protegerse

Datos exclusivos| El verano blindado de Bertín Osborne

A pesar de haber emitido un comunicado conjunto, Gabriela Guillén no está contenta con la actitud del cantante

La última vez que se dejó ver fue en la última fiesta de su gran amigo, el Turronero

El 2024 no está siendo un año fácil para Bertín Osborne. Más allá de sus problemas con Gabriela Guillén, madre del hijo que ha terminado reconociendo públicamente a través de un comunicado conjunto que parece no haber tenido más recorrido que el eco de las palabras que en él se escribieron, un covid persistente y sus consiguientes consecuencias para su salud han hecho el resto. Aunque el genio a veces le juega malas pasadas, el carácter del cantante suele oscilar entre irónico y divertido, a veces incluso risueño. Es por eso que, a estas alturas del verano de 2024 y siendo uno de los personajes de los que más se ha hablado en los últimos años, la crónica social anda casi huérfana, sin noticias de uno de sus famosos imprescindibles no solo en las páginas del papel cuché y los corrillos de televisión, sino también sobre los escenarios y ante el público al que solía hacer bailar a golpe de boleros y rancheras.

Tal y como ha podido saber LOOK, tras los últimos acontecimientos, en los que el artista se vio envuelto en un malentendido por el que se le llegó a acusar de suspender un concierto a pesar de ser él la víctima principal de un evento que no contaba con las necesidades técnicas para llevarse a cabo, Bertín Osborne decidió blindarse. El lugar elegido para ello ha sido la Finca San José, el cortijo en el que el presentador ha pasado importantes períodos de su vida y que los espectadores de ‘Mi casa es la tuya’ -en cualquiera de sus versiones- bien conocen. Ubicado en Alcalá de Guadaira (Sevilla), este refugio cuenta con todas las comodidades que el artista necesita para ser feliz. Y no solo él. Sus hijas mayores y los dos hijos que tiene en común son sus invitados más habituales, habiendo sido estos dos últimos sus compañeros de día a día este mes de agosto, ya que así lo tenían acordado Bertín y Fabiola.

Bertín Osborne, en Sevilla. (Foto: Gtres)

Alejado de cualquier persona que no pertenezca a su círculo más íntimo, ajeno a lo que sobre él se pueda decir tanto en redes sociales como en televisión y muy volcado en pasar tiempo de calidad junto a Kike y Carlos, la salud continúa siendo el punto débil del cantante. El coronavirus ha puesto realmente en jaque el bienestar de Bertín, y según confirman fuentes de toda solvencia a este medio, ha llegado a recibir inyecciones de vitaminas como parte del proceso de recuperación.

Aunque algunos medios lo han recogido así, lo cierto es que Bertín no ha cancelado ninguna gira. La realidad es que dado su estado de salud y siendo consciente de que no podía dar lo mejor de sí mismo, el músico decidió no cerrar conciertos para este verano, a fin de mantener la calidad de sus espectáculos y también de ponerse en forma antes de volver a las tablas.

Es cierto que Bertín está tocado. Pero ni mucho menos hundido. Solo disfrutando de un verano de los que hacía años que no tenía, priorizando su salud y su familia por encima del ruido y las polémicas.

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