Carmen Lomana, acusada de vender uno de sus pisos de Marbella a un presunto narcotraficante
Carmen Lomana poseía dos apartamentos en una lujosa y exclusiva ubanización de la Costa del Sol
Según testimonios, cuando se deshizo de una de las propiedades, vendió de manera inconsciente el ático a un narcotraficante
Carmen Lomana se ha posicionado como la protagonista de la tarde de hoy, sábado 26 de julio, por un inocente movimiento inmobiliario que podría acarrearle serios problemas. En el programa Fiesta de Telecinco, han obtenido una información que no deja en muy buen lugar a la socialité. Hace siete años Carmen decidió deshacerse de una de sus propiedades ubicadas en la Costa del Sol. Concretamente de un ático que poseía en una exclusiva y lujosa urbanización de Marbella donde ella misma veranea. Se le presentó la oportunidad por el interés que mostró un ciudadano de origen marroquí y ejecutó la operación. Una firma que, por aquel entonces y según palabras de la afectada, se efectuó en un despacho de abogados de Madrid. Todo parecía normal hasta que se descubre quién es realmente el nuevo inquilino. Se trataría, supuestamente, de un conocido narcotraficante que habría participado en diversas actividades ilegales, incurriendo así en numerosos delitos.
Recogiendo los datos aportados por Saúl Ortiz, el apartamento es propiedad de una sociedad de la aristócrata en la que ella está registrada como única administradora. El problema llega cuando, tras efectuar la venta del inmueble, los nuevos propietarios, que están obligados a cambiar la titularidad del hogar, no lo hacen. Por ello, la deuda que contraen con la comunidad figura a nombre de la televisiva. Motivo por el cual la administración del vecindario le informa al respecto. Tanto es así que durante una jornada tranquila, Lomana recibe una llamada en su domicilio de la capital de España en la que le dicen que la policía ha entrado en el piso malagueño, cuando ella ya no tenía ningún tipo de vínculo con él. Algo que pone a Carmen en alerta.
Hoy por hoy, el comunicador ha afirmado que la empresaria no tendría nada que ver con todos los movimientos ilícitos relacionadas con el inmueble, tal y como ha confirmado la coleccionista de moda. Con estas palabras, Ortiz la ha desmarcado de incurrir en un delito de encubrimiento, algo sobre lo que ha reflexionado Alejandro Entrambasaguas.
Las palabras de Carmen Lomana
Impagos, ambiente de inseguridad, malas influencias y mala fama en torno a la colonia y dificultades en cuanto a futuras operaciones de compra-venta son algunos de los inconvenientes que, según un confidente anónimo, denuncian los vecinos. Ante su estupefacción por las informaciones, la propia Carmen se ha puesto en contacto con Saúl Ortiz y ha querido aclarar la situación.
«He hablado con la presidenta de la comunidad y me dice que es todo mentira», ha trasladado. «Deben dinero como otros muchos», ha verbalizado, aclarando que con esta afirmación no busca disculpar a los actuales moradores de la que fuera su casa. «Nadie me ha dicho que hubiera miedo», ha desvelado molesta. Y ha justificado su acción inmobiliaria en que se produjo después de tres años de alquiler en los que el hombre fue «un vecino impecable, cumplidor y educado». «Cuando recibí la información de que era un supuesto narcotraficante, no daba crédito», ha señalado, posicionándose ajena a todo en el momento de la transacción. «Yo le vendo el piso a uno y no miro los antecedentes», ha sentenciado.