La apasionante vida de Antonio López, el artista que tardó 20 años en retratar a la Familia Real
Antonio López firmó una obra llamada 'La Familia de Juan Carlos I'
El artista se casó en 1961 con María Moreno, uno de sus grandes apoyos
El 6 de enero es una fecha importante para los amantes del arte porque se celebra el cumpleaños de Antonio López García, un artista que tardó dos décadas en retratar a la Familia Real, cuando la institución todavía estaba capitaneada por Juan Carlos I. Llamó a esta obra La Familia de Juan Carlos I y los expertos hicieron unas valoraciones estupendas, pues es el resultado de un minucioso estudio realizado con mucha delicadeza. La forma de trabajar que tiene el pintor le ha convertido en un referente dentro de nuestro país. Es el maestro del hiperrealismo, pero ¿cómo es su apasionante historia? En LOOK tenemos la respuesta.
Con 89 años y una colección de pinceles muy importante a sus espaldas, Antonio López se ha convertido en un ejemplo para sus compañeros de profesión. Se introdujo en el mundo de la pintura gracias a su tío, quien se llamaba exactamente igual que él. Después de mucho practicar sus esfuerzos dieron resultados y demostró que tenía un gran talento.
Hijo de labradores manchegos, decidió modificar su hoja de ruta para matricularse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Desde el primer momento demostró que había nacido para sorprender al público, así que su talento nunca cayó en saco roto. Junto a un grupo de compañeros fundó la Escuela Madrileña y comenzó a difundir su arte.
Antonio López visitaba con frecuencia en Museo del Prado de Madrid, situado en el emblemático Paseo de la Castellana. Una de sus actividades preferidas era admirar y examinar la trayectoria de Velázquez, de quien aprendió muchas técnicas.
La llamada de la Familia Real
Antonio López se instaló en Madrid después de la guerra. Poco a poco empezó a ganar peso y su red de contactos fue creciendo de forma exponencial hasta que recibió una llamada de Patrimonio Nacional en 1993. Le encargaron un retrato de Juan Carlos I junto a su familia y fue justo así como tituló la obra.
Su proceso creativo es muy lento. En su página web afirma: «Una obra nunca se acaba, sino que se llega al límite de las propias posibilidades». Ese es el motivo por el que tardó 20 años en retratar al Rey emérito junto a doña Sofía, Felipe VI y las infantas Elena y Cristina.
El artista dio la última pincelada a la citada obra en 2018 y seguidamente la colocaron de forma permanente en el Salón de Albarderos del Palacio Real de Madrid. Es un lienzo tan preciso que podría confundirse con una fotografía, de ahí que el artista no se conformase con que estuviera bien. Él buscaba la perfección.
De Ciudad Real a Madrid
Antonio López llegó a 1949. Nació en Ciudad Real, una localidad que tiene un ritmo diferente a la capital, pero no le costó adaptarse porque siempre tuvo claros sus objetivos. No pasaron ni 10 años y ya estaba exponiendo sus obras en las salas más importantes de la ciudad, pero no descuidó el terreno sentimental.
En 1961, cuando su nombre ya sonaba con fuerza dentro y fuera de su gremio, se casó con la también pintora María Moreno y tuvieron dos hijas en común: María y Carmen. Ambas heredaron su pasión por la pintura.
La trayectoria de Antonio no se limita al proyecto que realizó junto a la Familia Real. Va mucho más allá, de hecho hasta 1969 fue profesor encargado de la Cátedra de Preparatorio de Colorido en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, con todo lo que ello conlleva. Es decir, Patrimonio Nacional contactó con él porque era el mejor. Y lo sigue siendo.