Ana Milán desvela que está soltera y habla de sus facetas más íntimas: "El deseo va ligado al amor"
Ana Milán ha concedido una sincera entrevista en el podcast 'A solas con...'
La actriz ha confesado a Vicky Martín Berrocal el prototipo de hombre que le gusta
Ana Milán es una de las actrices más reconocidas de nuestro país. A sus espaldas cuenta con una trayectoria intachable en el mundo de la interpretación en la que ha participado en exitosos formatos como Física o Química, Camera Café o Paquita Salas, entre otros muchos. Sin embargo, poco o nada se sabe acerca de su vida privada, la cual siempre ha preferido mantenerla lejos del foco mediático. Sin embargo, para sorpresa de muchos, ha concedido recientemente una entrevista a Vicky Martín Berrocal en el podcast A solas con… donde se ha sincerado como nunca sobre su faceta más personal, revelando detalles, hasta ahora desconocidos, de su experiencia en el terreno sentimental.
Para empezar, Milán le confesaba a la onubense que se sentía una mujer libre por sí sola: «No necesito a nadie que me salve, porque ya aprendí a salvarme yo. No necesito a nadie que me valide, porque ya me validé yo. No necesito a nadie que me hable bonito, porque ya me hablo bonito yo. Y todo eso a mí me ha costado un chingo y medio conseguirlo. No te imaginas lo que he llorado yo con eso», decía.
Continuando con su discurso, la intérprete desvelaba que estaba soltera, dejando boquiabierta a la presentadora, quien comentaba que pensaba que tenía pareja. «No pienses por mí la próxima vez. Es que yo creo que todos mis amigos tienen cara de pareja», sentenciaba. En cuanto a la vida sexual, Ana señalaba que considera que está muy bien «llegar a un punto intermedio donde las relaciones sexuales no preocupen tanto»: «Yo llegué a vivir un momento de mi vida, casi dos años y medio, sin tener ningún tipo de sexo ni de beso. Y oye, qué etapa más tranquila», revelaba.
Hablando particularmente de su caso, Ana Milán confesaba que a ella el sexo es algo que le cuesta mucho. «El intercambio de fluidos me da perecita. No me gusta. Yo tengo que estar vinculada emocionalmente a alguien para que me apetezca. El deseo yo lo tengo vinculado al amor», explicaba. Añadía que nunca había conocido a alguien de una noche y se había acostado con él, ya que de solo pensarlo, «le daba asco».
«Me parece que hay tiempo para todo. Cuando te gusta alguien es un milagro, entonces tampoco me quiero perder nada. Los nervios de la primera cita, que sea cortés y te deje en casa, sentir el deseo de un primer beso… A mí los hombres me gustan caballeros. ¿Y yo voy a quedar con un señor que no sé cómo se apellida y de repente estar desnuda en su cama? Pues no», manifestaba.
Ahondando aún más en su prototipo de hombre, confesaba que le resulta atractivo un hombre que se cuide: «Uno guapo me gusta. ¿Pero para todo el rato? No lo sé, lo tengo que comprobar. Desde luego, sin una buena conversación, sin que sea cortés, sin que sea caballero y sin que yo note que sabe tratar a una mujer con poder, no», decía. Sobre sus experiencias pasadas en el amor, Ana comentaba que había estado con señores «muy interesantes» con los que había aprendido mucho, y que estará eternamente agradecida con ellos.