Alejandra Rubio da la bienvenida al cambio de fase con una cita muy esperada

Este lunes Madrid ha dado la bienvenida a la esperada fase 1, con la que los ciudadanos de la Comunidad ya pueden volver a ver a aquellos que más quieren y de quienes han estado separados las últimas semanas por la cuarentena impuesta por el coronavirus. Por eso este 25 de mayo ha sido tan especial para muchas personas, entre las que se encuentra Alejandra Rubio. Seguro que lo último que se imaginó la joven cuando se independizó era que iba a estar varios meses completamente sola y asilada.

Aunque habrá pasado sus más y sus menos, la etapa ya ha quedado atrás y este lunes Alejandra ha dado la bienvenida a la fase 1 con una cita muy especial: con su padre, a quien no veía desde el pasado marzo. Si bien ha seguido trabajando y se la ha podido ver en el plató de ‘Viva la vida’, en el que es colaboradora, la nieta de María Teresa Campos no ha estado con su familia, de ahí que tuviera tantas ganas de ver a su padre, Alejandro Rubio.

Los dos han sido vistos en un restaurante en el que han disfrutado de una agradable comida en la que seguro se han puesto al día. Aunque han estado en contacto permanente, no hay nada mejor que una cita cara a cara para disfrutar de la otra persona. Y eso han hecho.

Este mismo sábado, Alejandra contaba en el programa presentado por Emma García como ha cambiado la relación con su padre con el paso de los años, volviéndose más estrecha. «La relación con mi padre era diferente durante mi adolescencia porque era más estricto y decidí separarme un poco, pero ahora todo lo contrario. Es mi mejor amigo», reconoció. Algo que, según contó, tiene mucho que ver con el hecho de que nunca ha vivido con él, por lo que han evitado los problemas del día a día, «los recuerdos que tengo con mi padre son siempre de diversión porque nunca he vivido con él, con mi madre ha sido diferente».

Alejandra no solo habló sobre la relación que tiene con su padre, también sobre cómo están las cosas con su madre. En un arranque de sinceridad en su paso por ‘Las escaleras de las emociones’, la joven reconoció que se siente culpable por haberse independizado en el momento en el que su madre se estaba tratando del cáncer por segunda vez. «Solo pensé en mí y me siento culpable por haberla dejado sola», dijo la joven, que aprovechó también para pedirle perdón a su madre y reconocer que debería haberse esperado un poco antes de mudarse, «con 18 años dije ‘adiós’ y no permití que nadie se metiera en mi vida». «Debía haberme esperado por las circunstancias. La miraba y no sabía cómo podía aguantar tanto, yo hubiera aguantado la mitad».

Unas palabras cargadas de emoción que Terelu no se perdió y es que poco después llamó al programa para hablar con su hija y restarle importancia a toda la culpabilidad que siente. «No le tengo que perdonar por eso porque yo siempre intenté mantenerla al margen. Es lo que más me importa en el mundo y no quería que sufriera. (…) Que ella no estuviera en casa fue mejor para mí porque me permití disimular menos», sentenció.