Ágatha Ruiz de la Prada y Luis Gasset, dos tortolitos por Madrid
Ágatha Ruiz de la Prada y Luis Gasset son la pareja sorpresa de la primavera y están disfrutando de su historia como dos tortolitos
Ágatha Ruiz de la Prada vuelve a estar ilusionada y el responsable de su sonrisa es el empresario Luis Gasset. La pareja protagonizó el pasado miércoles la portada de la revista ¡HOLA! y lejos de esconderse esa misma tarde volvieron a encontrarse para disfrutar del buen tiempo de Madrid.
La pareja, que se conoció a través de una amiga a principios del pasado marzo, vio interrumpidos sus primeros compases no solo por el confinamiento si no porque Luis estuvo ingresado muy grave por coronavirus. Pero el flechazo entre ellos fue grande y, lejos de alejarse durante estas doce semanas, han mantenido las ganas de verse y no han dudado en hacerlo tan pronto como las autoridades han permitido reuniones.
Se puede ver cómo la incipiente pareja disfruta de tiempo con amigos, pasea en la moto del que fuera subdirector de Qatar Airways y comparte confidencias en público, sin ocultar ni un ápice la complicidad que les une y la sonrisa que les provoca estar el uno junto al otro.
Lo cierto es que la famosa diseñadora suele ser muy abierta a la hora de hablar de su vida personal y aunque por ahora prefiere mostrarse cauta con su nueva historia, no ha dudado en confesar a la prensa que está fenomenal y que Luis es «un auténtico cañonazo».
Cuando su historia de amor con ‘El Chatarrero’ terminó, Ruiz de la Prada concedió una extensa entrevista a su revista de cabecera en la que admitió que durante mucho tiempo las diferencias entre su vida y la de su expareja le divirtieron pero que, después, les hacían prácticamente incompatibles. Esto es algo que parece que no le ocurrirá con Luis Gasset.
El empresario, que ha formado parte de los equipos directivos de Bulgari o Qatar Airways entre otros, parece encajar a la perfección con su nueva ilusión y prueba de ello es su sonrisa en todas las fotos que ya les han hecho como pareja. Por ahora Luis se mantiene en silencio, pero sus cada vez más frecuentes encuentros con Ágatha dejan ver que lo suyo es una historia que va viento en popa.