Torra reafirma que es un ‘títere’: «Nuestro president es Puigdemont»

El futuro president de la Generalitat, Quim Torra, ha insistido en su intención de poner en marcha un gobierno «en forma de república» y abrir un proceso constituyente que culmine en una Constitución catalana.

En su discurso, en la segunda sesión del pleno de investidura, Torra ha invitado a «trabajar desde mañana mismo» para desplegar una república catalana que se guiará, ha dicho, por los principios de «excepcionalidad, provisionalidad, responsabilidad, diálogo y vida».

Desde el principio, Torra se ha reafirmado en su condición de ‘títere’ y en que Carles Puigdemont es el auténtico presidente. También ha explicado que la hoja de ruta independentista vendrá determinada, además de por su gobierno, por un Consejo de la República-dirigido por Puigdemont desde el exterior-el Parlament, los ayuntamientos y la Asamblea de Cargos Electos, una «entidad destinada a tener un papel muy importante» en el proceso. Ha abogado además por una ciudadanía «involucrada en el proceso constituyente».

Torra ha considerado que, una vez arranque la legislatura, los independentistas tendrán «más capacidad de resistencia» en los juicios contra los golpistas. «El país se pondrá a prueba, tendremos que estar a la altura», ha avisado.

El candidato de Junts per Catalunya ha abogado por la «soberanía» del Parlament para hacer leyes a medida. «Leyes justas», ha dicho. En este sentido, ha anunciado también que su gobierno volverá a impulsar las leyes-16-impugnadas por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional.

«Con la república todo el mundo ganará derechos, nadie perderá derechos, es para todos, voten lo que voten. La república catalana es igualdad, libertad y fraternidad. Es democracia y respeto por los derechos fundamentales», ha asegurado Torra, que ha tendido la mano a todos los catalanes, y no solo los secesionistas. En su opinión, «es posible encontrar un punto común».

Escuela catalana, nuevos Mossos…

El candidato a la investidura ha desplegado su programa de gobierno, netamente soberanista, que pasa por impulsar el modelo de escuela catalana, la «soberanía fiscal» y el «pleno funcionamiento de  la Hacienda anterior al 155», un pacto nacional para un nuevo modelo productivo o un sistema de «control» de la producción de energía «sin dependencia del exterior». Además, se recuperarán las embajadas suprimidas y se abrirán otras nuevas y se desarrollará, ha dicho Torra, la ley catalana del cambio climático, «que el Tribunal Constitucional ha querido liquidar». Otro eje será el impulso a la administración electrónica, en línea con la idea de ‘república digital’ que diseñó Carles Puigdemont.

Torra ha avanzado además que se impondrá el catalán en la Justicia y que se creará un cuerpo integral de policía autonómica, dotado de todas las competencias.

«Hay que revertir el daño que el artículo 155 ha provocado a los Mossos d’Esquadra», ha dicho.

‘Tuits’ «sacados de contexto»

El aspirante ha finalizado su discurso asegurándose «arrepentido» por sus afirmaciones xenófobas en artículos y tuits «sacados de contexto», ha dicho, en los que manifestaba su odio hacia lo español.

«Es hora de que evaluemos conjuntamente las lecciones aprendidas en los últimos meses. Lamento que unos tuits sacados de contexto hayan podido ofender, también me sabe mal si en algún momento haya podido usar una palabra inconveniente, me arrepiento, no volverá a pasar», ha asegurado.

Torra ha guardado para el final los ataques al Estado. Ha considerado que «el problema catalán no es solo el problema de la libertad en Cataluña, también es el problema de la libertad en España» y ha destacado la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut como el momento culmen del independentismo. «Cataluña dijo basta», ha dicho.»Muchos catalanes empezaron a preguntarse hasta cuándo sería razonable y cuándo podríamos ser independientes y decidir nuestro futuro».