Sánchez invierte 5 millones en plantas potabilizadoras en Marruecos mientras abandona el campo español

El Gobierno de Pedro Sánchez ha invertido 5 millones de euros en Marruecos para la construcción de dos plantas potabilizadoras de agua esgrimiendo que de esta forma «ayuda a empresas españolas a conseguir contratos» en el reino alauí. Mientras, en España, miles de agricultores sufren los estragos de la sequía por la falta de inversiones en infraestructuras del Ejecutivo socialcomunista y ven cómo los productos marroquíes inundan los lineales europeos sin que el Gobierno haga nada.

En una respuesta parlamentaria, el Ejecutivo ha expuesto al diputado Pablo Cambronero los motivos por los que «el Gobierno de Pedro Sánchez y cía prefiere invertir en el país vecino, abandonando así a muchos españoles que ven como nada se hace para evitar su ruina y falta de suministro» por la sequía en España.

Cambronero se había interesado por conocer los argumentos gubernamentales para justificar la concesión por el Consejo de Ministros de un crédito reembolsable desligado de hasta 5 millones de euros y con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), a la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE) marroquí para financiar el proyecto de suministro llave en mano de dos plantas potabilizadoras en Zag y Moulay Brahim.

En su respuesta, el Gobierno de Pedro Sánchez destaca que Marruecos es «el principal mercado receptor de exportaciones españolas en África». Según los últimos datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo consultados por Europa Press, las exportaciones a este país han aumentado en un 18,6% en el primer trimestre del año hasta alcanzar los 3.250,8 millones de euros y en 2022 ascendieron a un total de 11.748,2 millones, un 23,8% más que en 2021.

Asimismo, el reino alauí «es considerado como un país prioritario para las empresas españolas en las estrategias PASE (Países de Actuación Sectorial Estratégica) y Horizonte África», explica el Gobierno.

Por otra parte, incide en que España se ha convertido en una «referencia mundial» en el sector del agua, «especialmente en desalinización y potabilización, con grandes grupos empresariales capaces de abordar proyectos complejos en todos los continentes».

El Gobierno resalta que «los proyectos llave en mano de este tipo de plantas tienen un componente español muy significativo, en elementos tecnológicos tales como bombas, válvulas y elementos de control».

Desaladoras

Así las cosas, pone de relieve que los proyectos que cuya financiación se ha aprobado son de tamaño pequeño y se enmarcan en un «ambicioso programa de plantas potabilizadoras y desaladoras para luchar contra el estrés hídrico» que tiene previsto el país vecino.

Dentro de los proyectos de tamaño medio-grande más inmediatos en el marco de este programa figuran cuatro desaladoras que se van a construir en las ciudades de Casablanca, Dajla, Safi y Nador. Según el Gobierno, actualmente hay empresas españolas participando en alguno de estos procesos de licitación y que en algunos casos han sido precalificadas.

Dado que hasta 2050 Marruecos tiene previsto instalar otras 20 estaciones de desalinización de agua de mar, el Ejecutivo considera que «mantener una colaboración con la ONEE, órgano licitador responsable, podría resultar esencial de cara a que las empresas españolas licitadoras resulten adjudicatarias de proyectos de tamaño mucho mayor que la financiación que nos ocupa».

Así pues, remacha en su respuesta el Ejecutivo, «está financiación rembolsable buscaría estrechar la colaboración con Marruecos en el sector del agua y, particularmente, con la ONEE, con objeto de apoyar a nuestras empresas presentes en el mercado y en un sector donde la oferta y suministros españoles son particularmente competitivos y los proyectos en cartera en el país tienen un importe muy elevado».

Boicot a la fresa

Mientras Sánchez invierte en Marruecos, el país vecino se convierte en uno de los principales competidores agrícolas de España en la Unión Europea. El Ejecutivo socialcomunista ha abierto un frente contra el gobierno de la Junta de Andalucía de Juanma Moreno, lo que ha alentado, entre otras cosas, el boicot a la fresa español en Alemania. Los germanos aducen que esas fresas se riegan con agua de Doñana.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no sólo no ha apoyado a los agricultores onubenses sino que se ha prestado a criticar a la Junta en público, incluso alentando una visita –fracasada– de parlamentarios alemanes a Doñana para comprobar la situación del campo en la zona.

Los agricultores de la zona limítrofe con el Parque Nacional de Doñana llevan años –desde que la Junta estaba en manos del PSOE– reclamando una solución para el regadío en la zona donde se produce una gran cantidad de fruto rojo, sin que la Junta socialista y el Gobierno de Sánchez hicieran nada por ellos.

Ahora, el propio ejecutivo admite que es «prioritaria» la inversión en potabilizadoras y desaladoras en Marruecos cuando no ha sido capaz de ofrecer una solución al campo español.