El PSOE quiere aplazar el Congreso «6 o 7 meses» para reformular ideas con profesionales y las bases

Una gran mayoría de socialistas preguntados por OKDIARIO apuesta por retrasar la fecha del 39º Congreso Federal para abrir un debate profundo. Un debate de ideas teórico y programático que culmine en el Congreso, y no al revés. «Debemos de revisar nuestro proyecto para reconstruir el partido», insisten las fuentes consultadas. Elaborar una ponencia marco y consultar también con los sectores progresistas de la sociedad. En definitiva, un nuevo PSOE.

Se refieren a una serie de ponencias con profesionales de todos los sectores para idear y también ampliar y revisar pactos o programas que hayan podido quedar obsoletos respecto a la políticas actuales. Aquí se podría incluir la Declaración de Granada para mejorar aspectos algo imprecisos con el actual proyecto socialista de cara al encaje de Cataluña. La celebración de una gran cumbre en la que, durante meses, los socialistas analicen y reformulen con ayuda de expertos las políticas por sectores como hicieron con el Plan 2000 antes de la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero. 

Las críticas constantes en estos momentos son que los socialistas no se han sentado todavía a reflexionar en profundidad y analizar por qué han obtenido los peores resultados de la historia. «Ya es hora de una buena reformulación del discurso y de los proyectos», piden muchos dirigentes del partido que calculan un tiempo de «6 o 7 meses» para realizar los debates de manera sosegada. Es la gran apuesta de muchos socialistas que quieren evitar otra lucha «de caras» sin debate ideológico fundamentado detrás.

«El proceso se tiene que hacer con garantías y, sobre todo, con contenidos. No se puede hacer con prisas como algunos quieren», señalan en relación a la petición del ex secretario general, Pedro Sánchez. En su discurso y tras anunciar que dejaba el acta, el ex diputado pidió «con urgencia» celebrar este cónclave porque así lo recogen los estatutos. Cabe recordar que el aplazamiento se hizo en febrero mediante una resolución del Comité Federal hasta que no hubiera un Gobierno estable, pero con un PSOE en tensión constante, algunos piensan que sería «otra guerra entre familias». El nuevo PSOE no quiere comenzar la casa por el tejado. «Ahora mismo, el partido está demasiado tensionado como para someterlo de nuevo a otro incendio», subrayan varios dirigentes.

«Una vez que esté todo listo, la gestora no tendrá el mínimo interés en seguir más tiempo», insistió a los periodistas en rueda de prensa el presidente de la gestora, Javier Fernández, al ser preguntado por el Congreso. Desde la dirección calman los ánimos a la militancia que llama asustada para decir que el Congreso se celebrará y que nunca se eliminará la gran conquista del partido: ‘un militante, un voto’.

Dirigentes enfrentados con Sánchez reconocen abiertamente que el retraso del Congreso también ayudará a «calmar las aguas» con la militancia. Así, dirigentes como el andaluz Antonio Pradas sostienen que «es muy legítimo postularse, pero primero vamos a caminar hacia qué modelo de partido queremos y, a partir de ahí, hablaremos de las personas”. El secretario general de los socialistas en Aragón, Javier Lambán, también llamó a la calma y apeló «a la dignidad que tiene que seguir atesorando alguien que ha sido secretario general del PSOE y no estorbar ni interferir en la tarea de refundación que tiene que empezar ahora mismo el PSOE».

En definitiva, la creación de un nuevo calendario que permita conjugar los tiempos de trabajo del partido con el resto de grupos y a su vez el inicio de una refundación que permita una regeneración frente a la telaraña de aquellos proyectos de extrema izquierda que arrinconan a España y en los que el PSOE no debe de caer.