¿Por qué el PP ha centrado sus campaña en las zonas rurales?

La asignación de número de escaños que corresponden a cada provincia en las elecciones generales al congreso y al senado está regulado por el Capítulo III del Título II de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General. Aquí podemos fijarnos en que la Ley Electoral D´Hondt tiene el efecto de beneficiar a los grandes partidos conforme las circunscripciones se reducen de tamaño, entendiéndolo por el número de escaños. Hasta que no llegan a siete diputados para repartir, el bipartidismo es el ganador y sólo a partir de siete se corrigen los resultados.

En este contexto, pocas son las circunscripciones en las que el número de escaños sea superior a siete por lo que es muy difícil que Ciudadanos y Podemos entren en esas, que justamente son las más rurales y numerosas. De ahí que el PP haya decidido centrar sus actos en zonas rurales, votantes con más edad y conservadores.

Según los resultados obtenidos en los comicios municipales y autónomos en estos últimos años, conforme las zonas son más rurales más difícil es que cambie la intención de voto. Sucedió con Felipe González cuando retuvo el voto de José María Aznar y los expertos aseguran que le volverá a pasar a Mariano Rajoy. El candidato del PP es el de mayor edad con respecto al resto, “lo que permite un mayor reconocimiento entre el electorado rural”, aseguran.

Las zonas rurales, más proclives a no cambiar su voto

En las elecciones municipales de 2011, se presentaron 25.834 candidaturas, lo que supuso una media de 3’2 por municipio. La diferencia es que en los municipios pequeños se elige una cifra más baja de concejales que en los de tamaño mediano, por ejemplo. Los municipios de entre 1 y 100 habitantes tuvieron de media 2’1 candidaturas para elegir a tres concejales, los seis unicipios de más de medio millón de habitantes tuvieron en promedio 21’5 candidaturas. Sólo PP y PSOE se presentaron en más de la mitad de municipios, ambos en algo más del 90%.

Entre las fuerzas de ámbito territorial, CiU fue el partido con más candidaturas (916 municipios) y ERC la que abarcó más población (al presentarse en Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares).

Lo expuesto hasta ahora implica un sistema electoral poco proporcional o incluso mayoritario porque los municipios menores de 251 habitantes funcionan por sistema mayoritario donde cada elector puede votar directamente a 2/4 candidatos para elegir 3/5 concejales. Esto afecta al reparto del voto porque en la mayoría de municipios pequeños el voto está concentrado en menos partidos.

Con ello, la distancia del PP al PSOE en las capitales fue amplísima, más de 19 puntos. El bipartidismo PP/PSOE fue algo más fuerte en las zonas rurales que en las urbanas. En las capitales el PP venció al PSOE por más de 14 puntos (39’6% frente a 25’4%). En los pueblos también venció con un 35’3% frente a 32’7%. Así, en 2011 las zonas rurales fueron del PSOE, más proclives a votar al partido del Gobierno y perpetuar al partido que ostenta el poder.

En los municipios muy pequeños se redujo a 5 puntos. Los partidos de ámbito estatal medianos y pequeños como IU o UPyD tuvieron mucho más apoyo en las capitales que en los municipios más pequeños y la tasa de votantes en los pueblos pequeños fue mucho más alta que en las capitales (82’7% frente a 62’7%).

Los nuevos partidos traen cambios

Desde las pasadas elecciones europeas se está produciendo un cambio significativo en el comportamiento electoral en España. El bajón de PP/PSOE en España se debe a la aparición de nuevos partidos que pretenden disputar la zona de confort en la que se asienta el bipartidismo hasta el momento.

La aparición de Podemos y Ciudadanos se manifiesta antes en las zonas urbanas que en las rurales, según los expertos. Los resultados de las europeas reflejan la caída de los dos grandes partidos, un 44’4% en áreas de capitales y 48’9% en el resto; en las rurales un 59’9%.

En el caso del PP se produjo una enorme caída en las capitales respecto a las municipales de 2011, al pasar del 39’6% al 24’5%. Los socialistas se volvieron a salvar gracias a la zonas rurales (29’3%) que en las áreas urbanas(19’8%) supuso 10 puntos menos. Mientras que las fuerzas nuevas como Podemos, Ciudadanos o Vox sacaron más doble de porcentaje de voto en las capitales (17’1%) que en las zonas rurales (7’7%).

También en las elecciones andaluzas de este año se corroboró esta tendencia con unos resultados que reflejan: una tasa de votantes mayor en las zonas rurales; una caída del bipartidismo (PP/PSOE) más evidente en áreas urbanas, especialmente en las capitales (56’5%) y un ascenso (el doble de apoyos) en las capitales para Ciudadanos y Podemos.

Como ya observaron en las europeas, Podemos y Ciudadanos centran sus esperanzas en las grandes ciudades como Andalucía, Madrid, Barcelona y Valencia. Las diputaciones provinciales tienen un sistema de elección indirecta (menos proporcional) que reflejarán poco en su composición la pérdida de apoyos del bipartidismo. Además, los concejales de pueblos requieren muchos menos votos que los de las ciudades. Todos los expertos señalan que la ventaja del bipartidismo en concejales es mucho mayor que en votos. Sin embargo, la pugna residirá en arrebatar las alcaldías en algunos municipios importantes.

El PP contempla sacar en torno a 130 escaños para “gobernar con tranquilidad”

La novedad para el PP en estas elecciones será el voto de los indecisos que ya suman el 41,6% según el último CIS. El detalle está en que los que votantes de centro o centro-derechas, no oscilan en esta ocasión entre PP y PSOE o la abstención, sino entre PP, Ciudadanos o la abstención, con un posible trasvase a los socialistas. En Génova lo contemplan y por ello, algunas fuentes populares ya hablan de un suelo que alcanza el 30% de los votos (en torno a los 130 escaños) y que les permitiría gobernar con «relativa tranquilidad”, según las mismas fuentes. Sin embargo, también son conscientes que para gobernar con ese 30% de votos necesitaría el apoyo de Albert Rivera (Ciudadanos) o de Pedro Sánchez (PSOE).

Las encuestas de las últimas semanas dan al partido de Rajoy entre el 26 y el 29,5% de los votos. El CIS otorga a Podemos y C´s, un 28,6% por lo que la campaña, efectivamente, está siendo crucial para el voto conservador.