Mossos independentistas acusan «al reprobado Zoido» de «usurpar» las funciones del golpista Forn

Desde el pasado 12 de noviembre, pocos días después de la encarcelación de gran parte del gobierno catalán por la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración unilateral de independencia, en el Parlamento de Cataluña, un grupo de Mossos d’Esquadra independentistas hacen circular por las comisarías catalanas, de forma telemática, una serie de argumentarios, con el nombre en clave de ‘Guilleries’, una cordillera del noreste catalán, con los qué critican la actuación del Gobierno e incluso de los altos mandos del cuerpo, tras la aplicación del 155.

Así, en el argumentario número ocho, con fecha de 4 de diciembre, estos agentes que aún no han podido ser identificados acusan al “reprobado” ministro del Interior, José Ignacio Zoido, de “usurpar” las funciones del ex consejero de Interior Joaquim Forn, preso en Estremera, a quién quieren “recordar especialmente”.

En este documento, aseguran que “Zoido forma parte de un partido con más de 900 imputados por corrupción, que paga su sede con dinero negro y qué tiene abierta una causa por la destrucción del disco duro del ordenador de su tesorero, que seguramente contenía multitud de pruebas incriminarías de muchos de sus dirigentes”.

Quince días antes, en el argumentario número seis, los agentes cargan directamente contra el comisario Ferran López, la persona elegida por el ministerio del Interior para dirigir el cuerpo, después de retirar esas funciones al mayor José Luís Trapero, investigado por el asedio en la sede de Economía. En este documento consideran a López “el jefe ilegítimo del cuerpo” y critican que asistiera al funeral del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, a “rendir homenaje a este personaje que ha sido el estilete del gobierno del PP para atacar judicialmente al gobierno legítimo de la Generalitat, nuestro Parlamento, representantes de la sociedad civil y otros ciudadanos”.

En la misiva pregunta a López “si hacía falta la presencia en este acto” qué califican de vergüenza y deshonor para nuestro cuerpo”. Los agentes se cuestionan si “¿es el precio que se tiene qué pagar por ocupar el cargo de máxima autoridad del cuerpo?