Navajas: «Que pida el archivo de las querellas del Covid no significa que aplauda la gestión del Gobierno»

Luis Navajas (Granada, 1948) es teniente fiscal del Tribunal Supremo, ingresó en la Carrera Fiscal en 1976 y ahora ocupa el puesto número 1 del escalafón. Sus primeros destinos fueron Almería y Badajoz, hasta que en 1987 fue nombrado fiscal jefe de San Sebastián donde elaboró el famoso Informe Navajas, y allí permaneció hasta 2003. En ese año fue promovido a la categoría de fiscal de Sala de lo Penal del Alto Tribunal, donde asumió también la coordinación de la actividad de la Fiscalía en materia de la reforma de menores (2005‐2008) y posteriormente de Vigilancia Penitenciaria. Desde 2014 ostenta el cargo de teniente fiscal.

OKDIARIO ha entrevistado en exclusiva al teniente fiscal que acaba de emitir un informe en el que solicita al Supremo archivar las querellas presentadas contra el Gobierno de Pedro Sánchez por la gestión de la pandemia. Navajas ha asegurado que las más de 40 denuncias contra el Gobierno por la gestión de la pandemia, y sobre las que aún no se han pronunciado, correrán la misma suerte que las querellas, una petición de archivo por parte del Ministerio Público, ya que el contenido es prácticamente el mismo que en las querellas. Lo que sí que ha especificado Navajas es que los ciudadanos tienen abierta la vía administrativa para solicitar indemnizaciones pues, según su criterio, las merecen.

En el caso de las querellas, el motivo principal de la petición de archivo ante el Tribunal Supremo, especificado en los más de 300 folios del informe firmado por el fiscal, es la inexistencia de delito penal por parte del Gobierno y de dolo. Según el fiscal, se hará un nuevo informe, mucho más corto, pero que obviamente irá en la misma línea que el anterior.

Pregunta.- ¿Quién tiene la responsabilidad de que a los profesionales sanitarios no se le haya dotado del material necesario durante la crisis sanitaria?

Respuesta.- Hay una idea que quiero dejar clara, el hecho de que yo haya pedido el archivo no significa que yo aplauda la gestión del Gobierno frente al coronavirus. A mí se me pidió una cosa, a mí se me dijo como fiscal: «Oye, aquí tienes estas conductas, estos querellantes que dan estos cuatro delitos, y ha ocurrido esto: que no se prohibió, que no compraron mascarillas, que murió un guardia civil, otros en la residencia. Eso analízamelo, pásamelo por el tamiz del Código Penal y a ver qué sale».

P.- ¿La vía para interponer las denuncias tendría que haber sido otra?

R-. Entonces yo tamizo y digo, bueno, esto será lo que sea. Esto será una inmoralidad. Mire usted, uno de los fiscales con los que yo he consultado de Sala del Tribunal Supremo, elegida a propósito por eso, era la fiscal de Sala delegada de víctimas, Pilar Fernández Valcarce. Porque yo quería tener cerca el criterio del fiscal que está oyendo a las víctimas. En la Constitución (artículo 106.2) dice que los ciudadanos tienen derecho a ser indemnizados por el mal funcionamiento de los servicios públicos. Y respecto a la administración de Justicia, cuando a un sujeto, por ejemplo, al señor Sandro Rosell, le metieron en prisión provisional y después de dos años le absolvieron pues va a acudir a esa vía de lo contencioso-administrativa. Las víctimas esa vía la tienen abierta. Bueno, la vía penal no está cerrada porque que yo haya dicho que quiero el archivo no significa que ahora no venga el Supremo y me diga: «Mire usted, señor Navajas, ahora váyase usted a su casa que yo…». Yo no soy administrativista pero las víctimas… Saber que ha habido 35.000 o 40.000 personas que se han muerto, y fiscales nuestros algunos también han fallecido y otros lo han pasado y están pasando las de Caín. Posiblemente esas personas tengan derecho a ser resarcidas moral y económicamente.

Sobre las denuncias habrá un nuevo informe pero «el sentido será el mismo»

Por la vía penal yo creo que no, pero yo tampoco me creo en posesión de la verdad. Yo soy de los que digo: «¿Está usted seguro de lo que ha hecho?» y le diré: «Pues mira yo entré en la Carrera Fiscal con una seguridad absoluta y conforme he ido envejeciendo, he ido teniendo mayores inseguridades». Y si tú me preguntas: «¿Estás seguro de lo que has hecho?». Yo te diré que no. Si me preguntas que si estoy satisfecho, podría recurrir a ese latiguillo de ‘tengo la conciencia tranquila’. Pero mire usted, estoy preocupado, responsabilizado de lo que he hecho. Yo no sé si me van a dar la razón, pero de lo que sí estoy seguro es que haga lo que haga el Tribunal Supremo yo voy a aplaudirlo. Porque me dirá: «Oye Luis, llevabas razón; o llevabas razón en parte; o no llevabas razón en nada». Yo seguridad y convicción absoluta no tengo. Yo acepto que cualquier fiscal venga por aquí y diga, mira yo me he leído el informe del señor Navajas y el planteamiento que hace de la prevaricación no lo comparto y, bueno, él lo ha visto de una manera y yo de otra forma. ¿Quién tiene razón? Yo me he podido equivocar, seguridad absoluta no tengo, ya le digo que yo me voy a jubilar y cada vez que mi hija fiscal me hace una consulta tengo mayores inseguridades, y aquí claro que estoy preocupado del paso que he dado.

P-. Se ha pronunciado sobre las querellas ¿Qué ocurrirá con las denuncias?

R.- A esto sí te puedo responder. Hemos despachado 21 querellas y quedan cuarenta y tantas denuncias. La diferencia entre la querella y la denuncia, que nos ha llevado a responder individualmente, es que cuando una persona denuncia simplemente le está diciendo a la autoridad judicial: «Mire usted, yo vi a esta señorita cómo en las horas de despacho cometió este delito». Otra persona por los mismos hechos se querella, y está diciendo lo mismo, pero le está diciendo al juez que además de denunciar quiere ser parte en el procedimiento para acusar. Habrá un nuevo informe pero el sentido será el mismo.