Los CDR cortan la AP-7 uniformados de negro y enmascarados al más puro estilo ETA

Varios miembros de los CDR han cortado este jueves la AP-7 uniformados al más puro estilo de los comandos terroristas de ETA. Vestidos completamente de negro y con pasamontañas tapándoles el rostro, los independentistas han cortado la autopista primero y, a continuación, han prendido fuego a unos neumáticos usados.

Los conductores han vuelto a sufrir interminables colas por culpa de los denominados Comités de Defensa de la República. Los comandos independentistas han actuado cortando la AP-7, donde han prendido neumáticos.

Lo más llamativo de la escena era la estética que han elegido estos violentos para provocar un nuevo caos circulatorio. Como si se tratara de un comando paramilitar, todos los integrantes de los CDR vestían de negro y se tapaban el rostro con capuchas y pasamontañas. Esta forma de vestir recuerda a la estética de los vídeos de propaganda de los comandos de la banda terrorista ETA.

Los CDR continúan con el plan trazado por sus líderes para desestabilizar Cataluña. La Guardia Civil detuvo la pasada semana en Viladecans a la coordinadora de los Comités de Defensa de la República, una copia exacta de los Comités de Defensa de la Revolución implantados en Cuba y que no son más que los ojos y los oídos del régimen en la calle.

La detenida, Tamara C. G., se negó a declara ante la Guardia Civil y sobre ella pesaba la acusación de terrorismo por parte de la Fiscalía. Sin embargo, el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea dejó en libertad a la detenida en contra del criterio del fiscal, que pidió prisión por delitos de terrorismo.

OKDIARIO destapó el 29 de marzo las instrucciones que los CDR compartían en sus canales de difusión. En concreto, en la grabación que presentó la Guardia Civil como prueba contra la coordinadora de los CDR, se puede escuchar el detalle de los «sabotajes» que tenían previsto realizar hasta que los jueces alemanes decidieran el futuro de Carles Puigdemont.

En concreto, los violentos independentistas tenían planificados los cortes de carreteras importantes como la AP-2 y la Ap-7, así como infraestructuras ferroviarias –aunque sólo hacían referencia al transporte de mercancías– y, lo más llamativo, el bloqueo del Puerto de Barcelona.

De manera detallada, la acusada explicaba al resto de CDR que el cierre total de la infraestructura portuaria supondrían un duro golpe económico a la SEAT, cuyos suministros dependen de la entrada por el puerto, así como el resto de mercancías que entran a Europa por Barcelona.