Cataluña se ‘independiza’ en la UE: abandona la delegación española para tener «representación» directa

La Generalitat de Cataluña acaba de trasladar la comunicación directa a la «Delegación Española en el Comité de Regiones de la Unión Europea» para «suspender temporalmente su participación en el CdR».

El paso supone su salida del organismo en el que pueden tener representación las distintas regiones europeas y, por lo tanto, el abandono de la representación que le corresponde como región dentro de su representante natural: España. El resto de foros ante la Unión Europea, obviamente, están limitados a los Estados miembros, los únicos que tienen una relación directa como países al ser los únicos que ostentan la soberanía de sus respectivas naciones.

La salida del Comité de Regiones ha sido calificada de «temporal» en la propia comunicación de la Generalitat. Un término que los representantes españoles ni tan siquiera llegan a entender del todo, porque lo único que podría querer decir es que la comunidad autónoma catalana se reserva la potestad re regresar en algún momento al organismo de representación de las regiones.

La carta, a la que tenido acceso OKDIARIO, lleva el membrete oficial de la Generalitat y de la Delegación del Gobierno ante la Unión Europea. El firmante es el responsable final de la Delegación, Amadeu Altafaj.

La carta, que tan sólo tiene dos párrafos más allá del encabezamiento y la despedida, señala que «a raíz de los acontecimientos registrados en Cataluña en las últimas semanas y muy especialmente el pasado domingo 1 de octubre, el Gobierno de la Generalitat de Catalunya suspende temporalmente su participación en la Delegación española en el CdR».

El documento puntualiza los deseos de la Generalitat a partir de este momento. Y aclara que «por lo demás, seguimos desarrollando con normalidad nuestra representación en el CdR y en el grupo político al que estamos adscritos». Fuentes españolas consultadas por OKDIARIO aclaran que no entienden a que «normalidad» se puede referir cuando fuera de la representación española les resultará prácticamente imposible mantener ninguna interlocución ni trasladar ninguna petición. Estas fuentes aclaran que es cierto que ellos pueden seguir exclusivamente como región en el Comité, puesto que se trata de un derecho de las distintas regiones europeas. Pero que, obviamente, la interlocución se canaliza a través de cada uno de los Estados miembros para evitar negociaciones interminables con infinidad de interlocutores y, por lo tanto, la imposibilidad real de llegar a ningún tipo de acuerdo o incluso conversación.

Los representantes españoles apuntan a la irresponsabilidad de esta decisión porque, de facto, a partir de ahora, las reclamaciones o peticiones ante Europa de la población catalana o de sus necesidades sociales o económicas se han quedado sin voz, más allá de la que la representación española quiera darles.