Así tiene que trabajar la Policía en Cádiz desde que Marlaska les ha prohibido usar la tanqueta

Al final, cuando hay bronca política, siempre salen perdiendo los mismos. La decepción y el enfado recorre las filas del Cuerpo Nacional de Policía al comprobar que una opinión lanzada en el Consejo de Ministros por parte de Yolanda Díaz ha desembocado en una reducción de medios y de la seguridad de los agentes destinados a Cádiz a sofocar las violentas protestas que durante días llevan produciéndose en la ciudad con la excusa de las legítimas protestas de los trabajadores del metal. Pese a no ser el elemento apropiado para este tipo de incidentes la Unidad de Intervención Policial ha tenido que sacar a la calle los escudos traslúcidos móviles, básicamente porque el ministro Marlaska se ha plegado a los deseos de la vicepresidenta segunda a costa de la seguridad de sus propios policías y les ha dejado sin tanqueta

En los vídeos a los que ha tenido acceso OKDIARIO puede verse cómo los paneles de protección tienen un uso limitadísimo si se compara con las necesidades que cubre la mal llamada tanqueta por parte de quienes no conocen los pormenores del uso del vehículo BMR que Marlaska no quiere volver a ver por las calles de Cádiz, pese a que fue su propio departamento el que aprobó enviarlo desde Madrid para responder a las necesidades del servicio que la UIP tenía que prestar durante las protestas.

Bolardo en movimiento

“El BMR es básicamente un bolardo en movimiento que nos permite protegernos y avanzar a salvo de los objetos que nos arrojan y para poder pasar por encima de barricadas, sobre todo si éstas están ardiendo, sin que nos cause ninguna lesión”. Las fuentes policiales que facilitan a OKDIARO los vídeos en los que se aprecia el cambio de estrategia policial de las últimas horas lamentan que una cuestión táctica y de seguridad “la decidan personas a cientos de kilómetros y por una mera cuestión estética”.

Al menos la dirección de las UIP, que emana directamente de la Jefatura de Unidades Especiales, está reaccionando rápido ante las decisiones estrictamente políticas. Los escudos móviles no estaban en Cádiz porque su uso era redundante con la tanqueta de la discordia, pero en cuanto supieron de la bronca originada en el seno del Gobierno de coalición decidieron mandarlos para dotar a sus agentes de algo más de protección extra conscientes de que el vehículo especial tenía las horas contadas.

El escudo móvil que puede verse en estos vídeos, pese a su utilidad, es inapropiado e insuficiente para el nivel de violencia que se está experimentando en Cádiz. Su envergadura apenas da para proteger a tres o cuatro agentes a lo sumo, les obliga a avanzar en fila y no en gran número porque su ángulo de protección superior es limitado y para colmo tienen que hacerlo pegados a los edificios para proteger al menos uno de los flancos que el sistema de protección deja indefenso. Los agentes se cubren como pueden detrás de esos escudos, árboles o contenedores. Todo mucho menos efectivo que la tanqueta, pero también menos incómodo para los políticos.