Alonso desafía a Casado: quiere un PP vasco independiente de Madrid al estilo del PSC

La intención del presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, de celebrar una convención en septiembre para, como anunció este lunes, definir la «personalidad propia» del partido en el País Vasco, busca sobre todo un objetivo: marcar distancias con Génova y las posibles alianzas con Vox y Ciudadanos y ‘blindar’ los privilegios de la comunidad autónoma.

En fuentes del PP vasco se define como prioridad que en dicho cónclave debe quedar clara la defensa de los ‘populares’ por el «autogobierno» autonómico «dentro de los márgenes de la Constitución», además de la defensa de los fueros. Un extremo en el que discrepa radicalmente del partido de Albert Rivera.

Alonso avanzó dicha convención, que tendrá lugar los próximos 13 y 14 de septiembre en San Sebastián, con la intención de que el PP defina «con claridad» su proyecto para el País Vasco. Y dicho proyecto, según los ‘populares’ vascos, tiene un eje prioritario: que el partido se perciba como «la única referencia de centro derecha constitucional» en el País Vasco.

En fuentes del PP regional se asegura que Vox no ha salido a colación en la reunión de la Ejecutiva de este lunes. Pero no se escapa que Alonso ha sido uno de los barones más críticos con las negociaciones con Vox.

Hace una semana, el barón vasco encabezó, con el gallego Núñez Feijóo, la ‘revuelta’ de dirigentes territoriales contra Casado en el debate sobre la estrategia electoral del PP. Según la tesis de ambos, el batazado en las elecciones generales se debió a un error de diagnóstico que les llevó a extremar el discurso para competir con el partido de Abascal. El 28-A, sostienen, esa táctica se corrigió, volviendo a la «centralidad», el espacio idóneo, en su consideración. Casado, entre tanto, opina que ni antes hubo acercamiento a Vox, ni ahora hay vuelta alguna al centro político.

El cónclave del próximo septiembre busca «ampliar las bases» del PP, lo que abunda las discrepancias con Génova. Alonso insistió este lunes en que el PP vasco es «radicalmente moderado», en lo que se interpretó como un nuevo aviso a Casado. El interés electoral está en el centroderecha constitucionalista, tras el desastre electoral del pasado 28 de abril, que dejó al partido vasco sin representación en el Congreso.