Más problemas para la vivienda: los costes de construcción suben un 4% y los de mano de obra se disparan

Los costes directos de construcción de edificios residenciales ha aumentado un 4,2% en 2024. y el coste de mano de obra se ha disparado. Esto se debe a distintos factores, como la crisis de suministros y la guerra de Ucrania en el caso de los costes de construcción, y la falta de profesionales cualificados unido al aumento de demanda por el comienzo de numerosas obras en relación al coste de mano de obra.

Así, parece que el sector de la vivienda no tiene tregua y sin duda el encarecimiento de los costes de construcción agravará la crisis que viene sufriendo desde hace meses, y cuyo impacto final recae sobre la ciudadanía, para la que cada vez es más difícil comprar y, mucho peor, alquilar una vivienda decente.

En concreto, los costes directos de construcción en edificación residencial han vuelto a subir un 4,2% en 2024 tras la ligera caída del 0,9% que experimentó el año anterior, si bien ya acumula una subida cercana al 40% desde el año 2020.

Así ha quedado reflejado en el Índice de Costes Directos de Construcción de la ACR, (empresa especializada en la construcción industrializada), que sitúa en unos 176 puntos el índice del año pasado, frente a los 169 puntos de 2023 o los 127 en 2020.

Tras el año del Covid-19, comenzaron a subir los costes por la recuperación pos pandemia, la crisis de suministros y, seguidamente, la invasión rusa de Ucrania.

Guillermo Jiménez, director general de ACR, explica que detrás de este último incremento, está el coste de la mano de obra, que sigue creciendo a causa de la escasez de profesionales cualificados, el aumento de la demanda de personal por el aumento de nuevas obras y el encarecimiento de materiales clave (hormigón, el acero corrugado y morteros de cemento).

Otro factor que ha contribuido al aumento del coste de mano de obra es el encarecimiento de las cotizaciones sociales del personal, a cuenta del trabajador y la empresa, por parte del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) del Gobierno español.

De esta manera, el índice retoma la tendencia alcista que ha caracterizado la última década, interrumpida exclusivamente por la crisis sanitaria de 2020, cuando cayó un 2,4%. Tras la escalada de precios entre 2021 y 2022, con aumentos del 19% y 12,7%, respectivamente, la tendencia se moderó en el año 2023 (-0,9%) y en 2024 volvió a subir.

La partida que más cayó en 2024 fue Impermeabilización y cubiertas (-9,6%), seguida de Vidriería (-9,2%) y Divisiones interiores (-6,9%). En contraposición, los precios de aparatos sanitarios y grifería (+4,7%) y carpintería exterior (+4,4%) se anotaron las mayores subidas.

ACR espera que la tendencia alcista de los costes de construcción se prolongue durante meses, pues los precios de las materias primas van a seguir subiendo. Todo ello sin tener en cuenta el impacto de la incertidumbre geopolítica por la guerra comercial.

Igualmente, se espera el arranque de nuevas obras, lo que va a agravar la disponibilidad de personal en ciertas actividades y en los medios necesarios para la ejecución de dichas obras.

Faltan profesionales de la construcción

En este sentido, el director general de ACR explica que la falta de profesionales no solo aumenta los costes, sino que también ralentiza la construcción de viviendas, algo esencial en un momento en el que la curva demográfica genera una brecha cada vez más grande entre la oferta y demanda de viviendas.

Por esta razón, hay una necesidad urgente de incrementar los proyectos en versión industrializada, que favorezcan el aumento de unidades ejecutadas al año, puesto que es entre un 25% y un 30% más rápido y requiere entre un 50% y un 70% menos de personal trabajando in situ.

El Índice de Costes de ACR toma como referencia los costes de los materiales de construcción, de su elaboración y de la mano de obra requerida para su instalación. En conjunto, representan el coste directo de construcción, el 80% del importe total de una obra.