El Gobierno subirá el impuesto a la banca con la excusa de las menores aportaciones al Fondo de Garantía

El impuesto extraordinario a la banca no sólo se va a hacer indefinido, sino que también va a subir. Así lo ha decidido el Gobierno y así se lo está trasladando el Banco de España a las diferentes entidades, según fuentes conocedoras de la situación. Y la excusa que va a utilizar el Ejecutivo es que se va a reducir la aportación de las entidades al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) y al Fondo Único de Resolución (FUR) europeo, con lo que podrán afrontar el tributo sin problemas.

Nadia Calviño fue la primera que abrió la puerta a la prolongación del impuesto a la banca y provocó una fuerte caída del sector en Bolsa. Posteriormente, la medida se incluyó en el acuerdo de investidura con Sumar, donde se apuntaba la posibilidad de una subida del mismo, que ahora se confirma.

Es la respuesta que han recibido algunas entidades al consultar con el Banco de España sus políticas de capital, dividendos o recompra de acciones. En cumplimiento de sus obligaciones como supervisor de solvencia (dentro del BCE), les ha avisado de esta próxima subida para que la tengan en cuenta al diseñar esta planificación, siempre según las fuentes.

Algunas de las fuentes señalan que, aparte de la subida, habrá una reforma del impuesto con la inclusión de algunas exenciones o diferentes formas de cálculo de la base imponible; en la actualidad, se aplica sobre la suma del margen de intereses y las comisiones que ingresan los bancos. Algo que ha criticado reiteradamente el sector, que considera que debería aplicarse sobre el beneficio y no sobre los ingresos.

Menor contribución al FGD

Aparte del habitual argumento populista de que los bancos «ganan mucho dinero», esta vez el PSOE y Sumar han hilado más fino. Así, van a utilizar como justificación que tanto el Fondo de garantía de Depósitos español como el FUR (destinado a cubrir posibles caídas de bancos como la del Popular) están a punto de alcanzar su nivel legal de recursos.

Eso no significa que los bancos vayan a dejar de aportar dinero a estos fondos, pero sí que dichas contribuciones van a bajar significativamente a partir del próximo año; entre el 60% y el 70%, según algunas estimaciones del sector. Dichas aportaciones no son impuestos propiamente dichos, pero son igualmente obligatorias y reducen también el beneficio de las entidades.

Ante esta situación, el argumento del Ejecutivo es que la banca va a liberar unos recursos que van a engordar aún más sus beneficios y, por tanto, tendrá dinero suficiente para afrontar una subida del impuesto, que inicialmente era extraordinario y temporal, con una vigencia de dos años.

En todo caso, la subida del tributo llegará en el peor momento para el sector, como informó OKDIARIO, ya que se producirá cuando los márgenes empiecen a bajar por el fin de las subidas de tipos de interés del BCE y de la traslación de las mismas a las cuotas de créditos e hipotecas. Las entidades prevén que los márgenes se estabilicen ya este año y que empiecen a bajar el próximo año, salvo que las entidades acometan mayores reducciones de costes mediante despidos y cierres de oficinas, o bien mediante fusiones.

Por otro lado, esta medida tampoco pilla de sorpresa a la banca, como también adelantó este medio. Y ante esta caída de los márgenes, las entidades creen que serán los clientes los que acaben asumiendo el tributo.