Cuerva busca hoy apaciguar a su Comité Ejecutivo en Cepyme con 20 de los 27 miembros en su contra

Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme desde 2019 y cuyo mandato cumple el próximo 16 de marzo, reúne este martes a su Comité Ejecutivo para tratar de frenar una rebelión interna contra su decisión de modificar las normas internas de las elecciones. De acuerdo con las fuentes consultadas, 20 de los 27 miembros de este Comité le han enviado cartas pidiendo que de marcha atrás a esta decisión «ilegal» y ponga fecha a las elecciones. En el fondo de este asunto está la decisión de Antonio Garamendi, presidente de CEOE, de presentar un candidato alternativo ante la pérdida de confianza del presidente de la patronal en Cuerva, lo que ya se plasmó en los comicios internos de CEOE a finales de 2022.

«Cuerva va diciendo que sólo hay 15 miembros de su Comité Ejecutivo que le han enviado una carta pidiéndole que de marcha atrás con el cambio en el voto delegado que hizo en febrero. Pero es falso, son 20 de 27. Son 30 miembros: uno es él, otro es el secretario general que no vota, y hay uno que está enfermo. De los demás, 20 le han pedido que de marcha atrás a esa decisión que es ilegal», explican fuentes conocedoras de la situación.

Cuerva aprobó a finales de febrero prohibir el voto delegado en las próximas elecciones -aún no están convocadas- en la Junta Directiva de Cepyme pese a que en el Comité Directivo se había tumbado esa propuesta. Pese al no del Comité, Cuerva lo sacó adelante en la Junta, dejando al Comité Directivo sin competencias.

Desde ese 18 de febrero, la rebelión interna contra Cuerva en Cepyme se ha concretado en esas 20 cartas, la gran mayoría del Comité, pidiéndole que dé marcha atrás y convoque elecciones, bajo amenaza de acudir a los tribunales para revertir esa decisión.

Mientras, Cuerva dispone de informes jurídicos del despacho de abogados  Catena&Venturi con los que quiere defender que el Comité Directivo de Cepyme no es más que un órgano consultivo, sin competencias, que recaen en la Junta Directiva que sí le aprobó la modificación de las normas electorales internas.

«Se equivoca. Rotundamente. A las elecciones en Cepyme se acude con una lista cerrada de un presidente y un Comité Directivo, una única lista. Y ese Comité Directivo es el que dirige la patronal. Si pierde el favor del Comité Directivo pues no se puede apoyar en la Junta Directiva ni en la Asamblea», explican fuentes del sector.

A la espera de lo que ocurra definitivamente en el cónclave de este martes, la realidad es que Cuerva ha perdido el favor de Garamendi y de gran parte del resto de la cúpula de los empresarios. El motivo no es otro que los movimientos de Cuerva en las elecciones de CEOE de finales de 2022 en contra de Garamendi, que acabó ganando esos comicios.

Cuerva coqueteó con Josep Sánchez Llibre y otros jefes sectoriales de la patronal para armar una lista alternativa a Garamendi, que finalmente recayó en Virginia Guinda, una directiva de Fomento del Trabajo, afín a Sánchez Llibre. Cuerva no lideró esa lista alternativa, pero su nombre está en la lista de los críticos con Garamendi.

Además, como publicó este diario, Cuerva rompió en alguna ocasión la unidad de acción entre CEOE y Cepyme a cuenta de las negociaciones de la reforma laboral y por la subida de las cotizaciones sociales decretada por Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, antes de los comicios en CEOE.

El resultado del comportamiento de Cuerva fue que Garamendi le relegó en el organigrama de CEOE cuando ganó las elecciones y formó a su equipo de confianza. Como vicepresidente primero de CEOE situó a Miguel Garrido, presidente de la madrileña Ceim, que ha criticado públicamente ahora a Cuerva por la modificación del voto delegado en las elecciones de Cepyme. También relegó a Sánchez Llibre, aunque le mantuvo como uno de los ocho vicepresidentes de CEOE: es el único vicepresidente sin competencias en la patronal.