Así será la vivienda si Sánchez congela el alquiler: menos oferta, más deteriorada y economía sumergida

El Gobierno de Pedro Sánchez, maniatado por la vicepresidenta comunista Yolanda Díaz, se plantea un profundo cambio en la regulación del mercado de la vivienda en España que podría incluir la congelación del alquiler. La escalada del discurso contra el derecho a la propiedad privada llega la misma semana en que la secretaría de Estado de Vivienda y Agenda Urbana ha anunciado el índice de precios para topar los precios de los contratos de arrendamiento de inmuebles sitos en zonas tensionadas.

Los expertos en materia inmobiliaria tildan ya de adversos los efectos de congelar el alquiler. Julián Salcedo, doctor en Economía del Colegio de Economistas de Madrid, alerta en concreto que la consecuencia más inmediata será «la retirada de oferta del mercado».

El economista recuerda con estupor cómo el secretario de Estado de vivienda, David Lucas, comentó que «los inquilinos van a poder contar con esta herramienta como un arma de presión para forzar a que les bajen las rentas».

También, que el Gobierno ha hecho «cálculos de  lo que supondrían los precios limitados con el alquiler actual y dice que en determinadas zonas, dio calles en concreto de Barcelona -no se atrevió a dar de Madrid porque no lo ha pedido-, si el precio actual son 1.600 €, con el índice serán 854 €». Salcedo se pregunta cómo es posible que les salga la mitad y,  también, «¿quién va alquilar una vivienda por la mitad del precio actual?». Para él, esta medida es «de locos».

La segunda consecuencia de congelar el alquiler sería el deterioro de la vivienda. «En la medida en que el propietario no consigue obtener la rentabilidad esperada, o incluso no consigo cubrir con la renta los gastos en que incurre -el gasto de la comunidad de propietarios, IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles)-, lo primero que desatiende es la conservación, el mantenimiento, las mejoras en la vivienda». En consecuencia, el propietario acaba optando por que «la conserve el inquilino o que se vaya».

Más economía sumergida

Aunque a la congelación del alquiler podría tardar más en llegar, el índice de referencia de precios para alquilar en zonas tensionadas ya está aquí. En este sentido, el Gobierno ya ha sido consciente de su escasa aplicación práctica pues sólo se debe implantar allí donde lo declaran los gobiernos de las Comunidades Autónomas.

Así, este mismo domingo, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha salido al paso defendiendo que, por ahora, el sistema estatal de referencia del precio del alquiler sólo se aplicará en Cataluña y que, en ningún caso, perjudicará a los pequeños propietarios. En la entrevista concedida a La Vanguardia y recogida por EP, Rodríguez ha aseverado que este nuevo índice de referencia responderá a los «grandes» dramas del mercado de la vivienda y que será «útil en las zonas tensionadas», posibilitando que «las familias ahorres entre 1.500 y 800 euros al mes».

Sin embargo, lo que la ministra no ha tenido en cuenta es la tercera consecuencia de limitar los alquileres: el surgimiento de la economía sumergida. Como explica Salcedo, el propietario y el inquilino podrían llegar a acuerdos, en los que se pague una parte en A (renta máxima permitida legalmente) pero en otro concepto, o directamente en dinero negro, se pague el resto. Lo cual es «dramático» a los ojos del economista.

Tampoco, que en el concreto caso de la comunidad catalana, «está en profundo desacuerdo con estos índices (de referencia del alquiler) tal y como los ha concebido el Gobierno», explica Salcedo. «No me extrañaría que a pesar de que haya asido un acuerdo del Consejo de Ministros, los catalanes reculen antes de que se publique en el Boletín Oficial del Estado».

Milei y su historia de éxito en vivienda

De hecho, el antecedente más cercano se encuentra al otro lado del Atlántico, cuando el Gobierno peronista de Alberto Fernández congeló los precios -como ahora pretende Sánchez- y paralizó los desalojos -como sucedió en España durante la pandemia-. El resultado para el mercado de la vivienda en Argentina fue la contracción de la oferta y la subida de los precios de compraventa y alquiler.

El Ejecutivo de Javier Milei ha seguido exactamente el camino contrario y la consecuencia, según Bloomberg, ha sido exactamente la contraria: la oferta de vivienda en alquiler en Buenos Aires casi se ha duplicado, alcanzando su nivel máximo en los últimos 7 años.