Zidane ni rota ni cambia
Giro de 180 grados en la filosofía de Zinedine Zidane: de las rotaciones a los simples retoques, una tendencia repetida durante los últimos meses, pero que se ha visto aumentada en la crisis que ha atravesado el Real Madrid
Eduardo Inda desveló en exclusiva en 'El Chiringuito de Jugones' que el núcleo duro le pidió que no hiciera rotaciones masivas
Las rotaciones han sido durante los últimos años el gran toque maestro de Zinedine Zidane desde el banquillo. Su política de reparto de minutos fue clave en muchos de los éxitos de las últimas temporadas, hasta el punto de bautizar términos como la Felizidane o las zidanadas, esos cambios que hacía en las alineaciones cuando nadie se lo esperaba. Sin embargo, algo ha cambiado entre el final de la pasada temporada y la presente: el técnico francés no sólo rota menos que nunca, sino que también realiza muy pocos cambios durante los encuentros. Y hasta el momento le está funcionando a la perfección.
Se trata de una tendencia repetida durante los últimos meses, pero que se ha visto aumentada en un inicio de temporada muy complicado para el Real Madrid. Desde las derrotas ante el Alavés y Shakhtar, quizás en el momento más duro del francés en el banquillo madridista, Zinedine Zidane ha enterrado las rotaciones: muy pocas novedades en las alineaciones y tan sólo nueve de los 20 posibles cambios en los cuatro últimos encuentros. Esos datos resumen a la perfección la tendencia del entrenador francés en estos primeros meses en los que su cargo ha estado puesto en entredicho.
Zidane ha encontrado un bloque definido
En los partidos ante Sevilla, Borussia Monchengladbach, Atlético de Madrid y Athletic Club, las alineaciones han variado poquísimo. Hasta el punto de que un total de ocho jugadores han sido siempre titulares en los últimos onces iniciales, a pesar de lo apretado que está el calendario. Es el caso de los Courtois, Varane, Mendy, Modric, Kroos, Lucas Vázquez, Benzema y Vinicius. Todos ellos pertenecen al bloque fijo encontrado por Zidane, que también cuenta con Casemiro, que se perdió el último partido por sanción, y Sergio Ramos y Carvajal, dos jugadores que volvieron de sus respectivas lesiones y que son titulares indiscutibles.
Los pocos cambios en las alineaciones se reflejan en la estadística de la cantidad de alineaciones consecutivas que encadenan algunos futbolistas de la primera plantilla. Por ejemplo, Courtois acumula 19 titularidades, Lucas Vázquez un total de 12, Varane ya ha llegado a diez y otros como Modric o Kroos están muy cerca, con nueve y ocho respectivamente. Unos datos que se convierten en el fiel reflejo de este giro de 180 grados en la metodología de Zinedine Zidane. El resumen es claro: para salir de la crisis el entrenador francés apostó por su núcleo duro y no parece que vaya a cambiar.
Petición del núcleo duro del vestuario
Los pesos pesados del vestuario del Real Madrid apoyan esta nueva estrategia de Zinedine Zidane, como adelantó en exclusiva Eduardo Inda en El Chiringuito de Jugones: «El núcleo duro del vestuario del Real Madrid le ha dicho a Zidane que rote menos», desveló en primicia el director de OKDIARIO.
La razón de ser de la nueva política de rotaciones de Zinedine Zidane es evidente: el técnico madridista no cuenta con muchos de los jugadores que forman parte de la plantilla. Más allá de esos diez jugadores que forman el bloque de fijos, el francés confía en los Nacho, Valverde, Odegaard, Hazard, Asensio o Rodrygo, entre otros. Sin embargo, algunos futbolistas como Militao, Marcelo, Isco o Mariano acumulan semanas sin disputar minutos y su situación es cada vez más insostenible.
Así es la nueva filosofía de Zinedine Zidane, un entrenador que ha pasado de las rotaciones a los simples retoques. Y cuantos menos, mejor. Con esta estrategia, el Real Madrid ha pasado en apenas dos semanas de la crisis al optimismo. De estar al borde de la eliminación en Europa y estar lejos del liderato de la Liga a estar clasificado como primero para los octavos de final de la Champions y presentar su candidatura al campeonato liguero tras ganar al Atlético de Madrid. Todo ello confiando en quince jugadoras, no más. De aquí a final de temporada se seguirán sucediendo los partidos cada tres días y habrá que ver si esto no pasa factura a la larga. Demostrado está que a corto plazo ha funcionado a la perfección.