Rüdiger cambia de estatus
Rüdiger se ha ganado a todos en el Real Madrid y ante el Manchester City volvió a desactivar a Haaland
Antonio Rüdiger ha cambiado de estatus. Ha subido de nivel. Ha pasado de ser un complemento de lujo a convertirse en un intocable. En un fijo. Es el jefe de la defensa del Real Madrid. Su partido ante el Manchester City fue la enésima confirmación de que en estos momentos, si no es el mejor central del mundo, está entre los dos mejores. Un jugador diferencial que es mucho más que un simple defensa. Es un alma. Un jerarca.
Por segunda vez, y esto no debe ser nada fácil de conseguirlo, ya que pocos lo han logrado, desactivó a Erling Haaland. Rüdiger es capaz de convertir al noruego, el mejor goleador del planeta, en un futbolista más. Contra el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, como hace un año, no tuvo la más mínima oportunidad, ni siquiera, de inquietar la meta defendida por Lunin.
Se debe recordar que Antonio Rüdiger llegó al Real Madrid el pasado verano para reforzar la defensa. Un centro de la zaga, campeona de Europa en ese momento, que tenía como dueños a Militao y Alaba. El alemán, un zaguero de muchas garantías, era el complemento perfecto, junto a Nacho, para dar descanso a ambos.
Así fue el primer curso como madridista, donde jugó 3.844 y fue el sexto jugador más utilizado por Ancelotti. Pero este año ha dado las circunstancias, le obligaron a dar un paso más y él lo ha asumido con maestría. La grave lesión de Militao le ha llevado directo a la titularidad, convirtiéndose en el segundo jugador más utilizado por el italiano, sólo por detrás de incombustible Valverde.
Rüdiger saltó a San Mamés tras la lesión de Militao y ya nadie le quitó del centro de la defensa. Sólo un golpe contra Greenwood en Getafe le obligó a parar unas semanas. El resto lo ha jugado absolutamente todo y la sensación es que lo seguirá haciendo durante mucho tiempo por su calidad, su eficiencia y su personalidad. El jefe de todos.
Rüdiger mejora el vestuario
El Real Madrid puede presumir de tener un vestuario muy unido que personas como Rüdiger lo mejora. Siempre suma. Son una familia, donde los jóvenes y los veteranos casan a la perfección. Y jugadores como el alemán tienen mucha culpa de este gran ambiente. Los que le rodean explican que es capaz de comportarse como un niño con futbolistas como Vinicius o Camavinga y, al mismo tiempo, ser muy centrado cuando se junta con Kroos y Modric.
Rüdiger es una bendición para el Real Madrid y para Ancelotti. Un soldado que siempre está disponible para el italiano y que tiene claro que por encima del equipo no hay absolutamente nada. Un hombre de club, pasional, agresivo -sin maldad- y emotivo que hace mejor al colectivo.
Un futuro en el Bernabéu
Rüdiger tiene contrato con el Real Madrid hasta 2026. A sus 31 años, cuando llegó libre del Chelsea, el plan era que complementase una plantilla sólida, pero en estos momentos en la entidad madridista no descartan para nada ofrecerle la continuidad. El alemán estaría encantado de seguir en un club donde se los ha ganado a todos.
Le quiere Ancelotti, la entidad, sus compañeros y una grada que partido tras partido corea su nombre. Y el madridismo no es amigo de regalar elogios. Pero la actitud del alemán, su forma de entender el fútbol, casa a la perfección con el sentimiento de los blancos.
La carta de Florentino
Jugar en la Premier era su sueño porque ni siquiera pensaba que el Real Madrid algún día pudiese llamar a su puerta. Estaba convencido de que eso era demasiado. Cuando se lesionó antes de la Eurocopa de 2016, el club blanco se puso en contacto con él a través de una carta firmada por Florentino Pérez en la que le decía: «Mejórate pronto». Este gesto fue una gran motivación para el central, ya que ni se podía imaginar que el 14 veces campeón de Europa pudiese estar pendiente de él.
No obstante, no fue hasta 2022 cuando el Real Madrid se lanzó a por su fichaje. Terminaba contrato con el Chelsea, donde era inmensamente feliz, pero la llamada de los madridistas le hizo cambiar los planes. Muchos clubes, entre ellos el Barcelona, le pretendían, pero tenía claro que sólo iba a dejar Stamford Bridge para ir al Santiago Bernabéu. «Fue muy difícil, pero no se ha arrepentido ni un segundo de la decisión tomada», explican a OKDIARIO los que mejor le conocen.