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Reverencia blanca

Sí, el Real es el máximo favorito. Y el Nápoles, la amenaza al primer puesto. El grupo no es el de la muerte, pero es la Champions y el respeto por el oponente siempre es el primer paso para competir. El adversario; más que el rival; siempre es uno mismo. Más si eres el Madrid. El objetivo está marcado, ser primero de grupo. La grandeza es que el objetivo siempre es el mismo así que el rival queda engullido por la propia fuerza de los blancos.

Los napolitanos siguen celebrando el título. La alegría fue inmensa, una ciudad que vive por y para el fútbol. El Nápoles, Maradona y tras eso, la diversidad, pero lo anterior es religión. En el banquillo, Rudi García. No es Luciano Spalletti, ahora seleccionador italiano, y la sombra va a ser tan alargada que cada mes superado será un hito para Rudi. El equipo, en lo futbolístico, bien. La estructura del campeón sigue en pie, los buenos se quedan salvo que Arabia ataque una vez cerrado el mercado a Osimhen, Zielinski o Kvaratskhelia. Competirán. Seguirán la estela del Madrid.

Quedan el Unión Berlín y el Sporting Braga. Los portugueses conocen la competición y están plagados de viejos conocidos. Abel Ruiz, goleador indiscutible de nuestra sub21, así como Víctor Gómez, Adrián Marín, Bruma o el capitán Ricardo Horta. Son la tercera fuerza entre los portugueses y suyo será el mérito si se clasifican entre los dos primeros. Su objetivo, la Europa League.

Y queda el Unión Berlín. No es el cuarto de la fila. Y ya compitieron contra el Sporting Braga la temporada pasada. Máxima igualdad, reparto de unocerismos donde el balón es para el Sporting y la defensa para el Unión. Si se quitan puntos entre ellos el favoritismo del Madrid y del Nápoles aumentará hasta que el pase a las rondas finales de ambos sea la única opción. Buen grupo, fútbol, rivales con mérito y carácter propio, nada regalará nada pero los blancos van muy por delante.

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