El francés salva una situación muy delicada

Rebrota la flor de Zidane

Zidane ha salvado dos situaciones muy críticas ganando en el Camp Nou al Barcelona y empatando en Alemania

Su flor, esa que siempre le acompaña, ha rebrotado para permitir que el Real Madrid ponga punto final a la crisis

El miércoles 21 de octubre a eso de las 21:00 horas de la noche Zidane estaba tocado. No hundido, Zizou nunca se hunde. Pero sí estaba en una posición muy delicada. El Real Madrid acababa de perder 2-3 ante el Shakhtar Donetsk en el estadio Alfredo di Stéfano en la primera jornada de la fase de grupos de la Champions tras hacer una primera mitad para olvidar. Esta derrota, sumada a la del Cádiz unos días antes en Liga también en Valdebebas, dejaba a los blancos al borde del abismo con el Clásico a la vuelta de la esquina y una final en Alemania en una semana.

Dos horas después de tocar fondo, Inter de Milán y Borussia Mönchengladbach empataban a dos, un resultado que frenaba la tormenta, aunque la situación era delicada y las sensaciones muy preocupantes. Con la preocupación instalada en todos los estamentos del club, amaneció el jueves y tocó hablar. Zidane, que es un hombre de pocas palabras, lo hizo poco, pero pidió a sus jugadores que pasasen página. Y así lo hicieron. Sin saberlo, la flor, esa que siempre le ha acompañado y en muchas ocasiones se le ha asociado de manera despectiva, comenzaba a rebrotar.

El Real Madrid viajó a Barcelona con la convicción de que se podía ganar. Zidane se dejó de rotaciones y apostó por un equipo mucho más reconocible. Y el resultado no pudo ser mejor. Los blancos ganaron a los azulgranas 1-3, el equipo se reivindicó y salió muy reforzado del Camp Nou. Hasta Lucas, que parecía que estaba perdido para la causa, sobresalió en el lateral derecho cuando tuvo que sustituir a Nacho, que no pudo acaba la primera parte del Clásico por lesión.

La flor, también en Europa

La flor crecía y crecía. Y así se vio en la convocatoria para el duelo ante el Mönchengladbach, donde por sorpresa entraba Eden Hazard, el hombre que tiene que dar un salto de calidad al equipo. El belga, junto a Asensio, son claves para el Real Madrid pueda pelear por todo. En Alemania esperaba una final, pero antes, en Kiev, Shakhtar e Inter se enfrentaban en un partido donde el empate era lo que mejor venía a los blancos. Pues empate a cero para dejar contentos a Zidane y sus chicos, que saltaron al Borussia Park con la idea de hacer un gran partido. Y lo hicieron, aunque dos despistes defensivos, unidos a la falta de gol, les penalizaron demasiado. El 2-0 que lucía en el marcador era demoledor, pero entonces la flor volvió a hacer de las suyas.

Tocando arrebato, Casemiro peleó un balón perdido que Benzema metió en la portería rival con una especie de chilena que daba alas a los blancos. 2-1, pero no era suficiente. Todo lo que no fuese sumar era un problema y el Real Madrid decidió que tenía que salvar la situación.

Así llegaba el descuento, Modric ponía un balón con música que Ramos, con la cabeza, cedía a Casemiro y el brasileño lograba la igualada y un punto clave para seguir muy vivos en la Champions. Otra vez la flor, otra vez creer hasta el final. Lo que está claro es que este Real Madrid de Zidane tiene infinitas vidas y cuando parece que toca fondo vuelve a levantarse para seguir peleando, para seguir honrando un escudo que obliga a pelear hasta el final.

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