El puzzle de Zidane antes del Clásico
Zidane tiene que tomar varias decisiones importantes de cara al Clásico: el esquema, el puesto de lateral izquierdo, los acompañantes de Benzema, la incógnita de Casemiro...
El Valencia, una buena prueba para definir los últimos aspectos para el duelo del Camp Nou
Zinedine Zidane se quiere centrar en el partido ante el Valencia, importante para seguir en lo más alto de la tabla en Liga, pero el Clásico está a la vuelta de la esquina y el entrenador francés se estruja la cabeza para sacar la mejor alineación posible en el Camp Nou ante el Barcelona. Un puzzle que debe resolver en los próximos días y para el que el duelo ante el Valencia puede servir de guía.
En primer lugar, el técnico galo deberá decidir qué sistema utilizar frente al conjunto azulgrana. Las posibilidades son el clásico 4-3-3 tan usado por Zidane en sus dos etapas al frente del conjunto blanco o ese 4-4-2 con un rombo en el centro del campo. La clave de ese segundo esquema es la presencia de Isco Alarcón, que suele ser el más adelantado de esa especie de rombo. Con el primer dibujo se gana profundidad por las bandas, pero la ausencia de Hazard es clave y puede hacer que Zidane opte por el segundo para reforzar así la medular y tratar de ser dueño del partido.
Bale y Rodrygo pelean por un puesto
En función de esa elección saldrán de inicio dos o tres atacantes natos, otra de las dudas a resolver por Zizou. Varios futbolistas opositan al once para acompañar a Benzema en el frente ofensivo, y todo apunta a que Bale es el que parte con más opciones en caso de salir con sólo dos delanteros. Rodrygo y hasta Vinicius optan a un puesto y tendrían más opciones de jugar de inicio si Zidane apuesta por un 4-3-3.
El lateral izquierdo es otra de las incógnitas. Con Marcelo lesionado y Mendy sancionado, Nacho, Militao y hasta Carvajal (Odriozola entraría en la derecha) son las opciones del entrenador merengue para el costado zurdo de la defensa. Por último está el caso de Casemiro. Zidane deberá decidir si arriesgarse y ponerlo ante el Valencia con la amenaza de la quinta amarilla, que en caso de verla haría que se perdiera el Clásico. De no poder jugar ante el Barça, el galo debería reestructurar el centro del campo para mantener el equilibrio sin su bastión.