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EL TÉCNICO MADRIDISTA HA SOLICITADO AL CLUB NO COMPARECER CUANDO SE ANUNCIE SU AMPLIACIÓN

Zidane no quiere un acto de renovación

El Real Madrid anunciará la renovación de Zinedine Zidane la próximas semanas. Es un secreto a voces. La ampliación de contrato del técnico madridista será la culminación del plan renove que el conjunto blanco viene haciendo en las últimas semanas. Pero, a diferencia de sus pupilos, Zizou no quiere protagonismo. Ajeno a excentricidades, como siempre habitúa, en esta ocasión prefiere que su renovación pase desapercibida.

Él sólo quiere trabajar, hacer las cosas bien. Es el camino para que el conjunto madridista siga inmerso en esta vorágine de títulos en la que lleva desde que llegó al banquillo de la primera plantilla, en enero de 2016. Su llegada supuso un subidón al equipo, que pasó de estar fuera de Copa y alejado del liderato en Liga, a pelearla y levantar la Undécima. Lo que vino después es sabido por todos. Desde que se sentara por primera vez en la banqueta, siete títulos.

Su renovación supone una demostración de la confianza ciega y absoluta que se ha ganado. A base de talante, supo hacerse con un equipo plagado de estrellas, controlar egos y llevarlos a lo más alto. Sus innovaciones tácticas y su sistema de rotaciones ha revolucionado el fútbol y le han hecho pasar de «tener flor» a ser considerado uno de los mejores entrenadores del mundo.

Sin embargo, él sigue a lo suyo. Trabajo y constancia. Es así como sólo se pueden mantener los éxitos. Por ello, no quiere ser el centro de los focos. Tampoco lo quiso ser en su época de jugador. Y, ahora, ya como entrenador, sigue con el mismo pensamiento.

El Real Madrid anunciará en próximas fechas la ampliación de la vinculación de Zizou con el Madrid y, al contrario que el resto de jugadores, que muestran -con razón- su orgullo por continuar su carrera en la disciplina blanca, él no lo hará. No comparecerá ante los medios, evitará las fotos. No se celebrará ningún acto. Así lo ha pedido. Seguirá con su trabajo como si no hubiera pasado nada hasta que llegue el momento de marcharse. Siempre apartado de todo el espéctaculo que rodea al fútbol.