Yeremy Pino, el ‘clon’ de Jesé que rechazó al Barcelona

Todas las miradas estaban centradas en Gavi, que era el más joven de la convocatoria y al que Luis Enrique dio la alternativa como titular ante Italia, en toda una semifinal de la Liga de las Naciones. El seleccionador confió en un chaval de 17 años para tomar la manija de España pero tras el descanso y con su goleador Ferran Torres obligado a pedir el cambio, se destaparía con otra decisión que iba a cambiar el partido. Yeremy Pino entraba en escena y lo iba a hacer para revolucionarlo todo.

Había entrado como tapado en la lista pero a sus 18 años –cumplirá 19 en unos días–, el futbolista canario es una de las sensaciones de lo que va de Liga y otro adolescente que debutaba con la absoluta. En esta vorágine de cambios de números y responsabilidad para los jóvenes, a Yeremy le había tocado ni más ni menos que el ‘7’ de España. Y lo iba a honrar al máximo.

Este dorsal era el que más se iba a ver en la segunda mitad del partido, es cierto, con España jugando con viento a favor con un hombre más, pero también con Pino como hombre más desequilibrante. Yeremy dribló una y mil veces por banda derecha, por la que se jugó el choque después de haber sido la izquierda la más potente en los 45 minutos, y dejó una impresión descomunal, una presentación que coloca en el escaparate a un futbolista con la determinación de un veterano y una trayectoria, si bien, corta, que merece la pena repasar.

Sigue los pasos de Jesé

Jovencísimo como tantos otros que han despuntado en la selección de Luis Enrique, Pino atiende a unos orígenes similares a los de otra joya española de hace no tanto tiempo, Jesé Rodríguez. Nacido en el Barrio de la Feria de Las Palmas, igual que el ex canterano del Real Madrid o que otro jugón como Jonathan Viera, Yeremy se formó en el mismo equipo que el polémico futbolista durante su infancia, el Huracán, en el que comenzó a despuntar por su velocidad, desborde y determinación de cara a la portería contraria.

Estas capacidades le llevaron a contar con la oportunidad de dar el salto en cadete, cuando jugaba un torneo autonómico con la selección de Canarias de la categoría. Y fue aquí cuando su vida comenzó a cambiar, con una decisión que no muchos hubieran tomado pero en la que Pino, aconsejado por su familia, se la jugó y acabó ganando.

Villarreal sí, Barça no

«Fue una decisión difícil», responde cuando es preguntado por la encrucijada que tuvo que vivir el entonces futbolista de la cantera de Las Palmas, ante el interés del Villarreal y de todo un Fútbol Club Barcelona, que le quería reclutar para formar parte de La Masía. Su generación era la de Ansu Fati, Kubo o Eric García –jugaba habitualmente con futbolistas del 2001–, pero Yeremy se decantó por volar a Castellón.

Desde ahí, un ascenso meteórico y una capacidad para romper barreras. La última ha sido la de la selección española, pero antes había quebrado la de la confianza de un técnico reputado, pero poco propenso a dar la alternativa a futbolistas de la cantera. Unai Emery, aconsejado por miembros de su cuerpo técnico, se decidió a probar a ese chico del filial que desprendía juventud, pero también personalidad por los cuatro costados. Necesitaba un regateador con desparpajo y ahí lo tenía.

El resultado, un Pino que puso los dos pies en el primer equipo recién cumplida la mayoría de edad, la pasada temporada, y que en esta se ha hecho con la titularidad en todo un equipo Champions con el Villarreal. Con ellos destacó en Old Trafford y en el Bernabéu, sin parecer importarle nada más que su juego. Y ahora, con la selección, en San Siro como escaparate, quiere dar el salto definitivo para asentarse entre los mejores… con sólo 18 años.