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Se impuso al Saint-Etienne (1-0), pero Kylian es duda para la Champions

El PSG abraza una Copa ‘envenenada’ por la lesión de Mbappé

El PSG se proclamó campeón de Copa en Francia después de superar al Saint-Etienne en un encuentro pobre en fútbol y en el que un solitario gol de Neymar, tras jugada de Mbappé, marcó la diferencia

Alarma Mbappé: se marchó lesionado y llorando tras recibir una entrada criminal

Primer partido oficial post-confinamiento en Francia y primer título para el PSG. El cuadro capitalino se proclamó campeón de Copa después de imponerse al Saint-Etienne en un encuentro bronco y en el que un gol de Neymar, tras impresionante jugada de Kylian Mbappé, marcó la diferencia. El atacante francés fue protagonista por lo bueno y por lo malo, ya que se tuvo que retirar lesionado del partido a la media hora, después de una entrada criminal de Perrin que le valió la expulsión. El Saint-Etienne aguantó con honores y un hombre menos, pero no fue suficiente para derrocar al gran favorito.

El cuadro dirigido por Thomas Tuchel se adelantó temprano, tras una jugada exhuberante de Mbappé que Neymar empujó a gol para encarrilar el encuentro, apuntando a un paseo del PSG que nunca ocurrió, al menos en cuanto al resultado. Después de las cómodas victorias en los amistosos previos, los grandes favoritos tomaron la iniciativa, aunque en una versión gris que no les permitió despegarse en el marcador en la primera mitad.

Ni siquiera la expulsión de Loic Perrin, en el día de su despedida como one club man del Saint-Etienne y con una entrada inadmisible a Mbappé, dio más ventaja a los de Tuchel, sin ideas y afectados por la pérdida de una de sus grandes estrellas, que podría perderse lo que resta de temporada, que es básicamente la Champions.

Ya en los segundos 45 minutos, el PSG lo siguió intentando sin suerte, con una defensa bien colocada del Saint-Ettiene y preparados para tratar de aprovechar cualquier resquicio a la contra para cerrar el partido. No apareció, y es que la solidez del cuadro capitalino fue clave para un triunfo envenenado y sin brillantez, pero que les otorga la primera competición oficial en juego tras el coronavirus. La Champions será otra historia, con o sin Mbappé.