OKDIARIO se adentra en el corazón de la familia Sainz para entrevistar al joven piloto Alejandro Iribas

OKDIARIO ha tenido la oportunidad de adentrarse en el corazón de la familia Sainz, donde tanto Carlos padre como hijo almacenan la mayor parte de sus logros, trofeos y cascos de ambas trayectorias. Lo hacemos de la mano de Juanjo Lacalle, mítico mánager de la familia Sainz, y de Alejandro Iribas, piloto de 19 años que atiende a este periódico para desvelar sus metas, que no son otras que «correr en el Mundial de Resistencia y ganar las 24 horas de Le Mans».

Sainz hijo, que es su mayor influencia, ha estado con Iribas varias veces, pero el madrileño destaca una ocasión en la que le «dio algún consejillo de cómo tomar las trazadas» y poder «ser más agresivo». El piloto español cumplirá en 2025 su décimo aniversario en la Fórmula 1, pero en este icónico lugar de Las Rozas almacena todos los cascos que le han acompañado desde su debut de niño hasta el de este año con Ferrari.

A la entrada de sus oficinas personales, se observa un ala de su último monoplaza en McLaren en el que se recogen firmas de todos los miembros de la escudería británica y siguiendo hacia adelante se llega a la parte donde colecciona todos sus trofeos tanto de juvenil como de podios y victorias en la F1. Además, se guarda cada publicación de periódico en papel en la que se habla de su actuación en las carreras.

Pero si el espacio de méritos de Sainz hijo llama la atención, el impacto que genera ver recopilados todos los logros de su padre es todavía mayor. Carlos Sainz, para muchos el mejor deportista de la historia de España, pone en fila todos sus títulos del Dakar, a falta del conseguido este 2024, el cual conserva todavía en su casa.  No faltan tampoco su premio Príncipe de Asturias, ni la distinción como Reservista de Honor del Ministerio de Defensa, galardón que obtuvo el año pasado.