Mou no teme que le despidan: «Estoy feliz y me puedo coger el día libre»

Cada partido que pasa, José Mourinho está más cerca de terminar antes de tiempo su segunda etapa en el Chelsea. Las cinco derrotas en diez jornadas de Premier –a once puntos del líder–, el discreto arranque en la Champions –sólo un triunfo en tres partidos– y la eliminación de anoche de la Copa de la Liga ante el Stoke City en la tanda de penaltis, son clavos que sujetan cada vez más el ataúd de Mou, que podría cerrarse el próximo sábado si el Chelsea no gana al Liverpool en Stamford Bridge.

Pero Mou está tranquilo. Impertérrito. Dueño de su destino. El técnico luso no teme que Abramovich le destituya si los resultados no mejoran inmediatamente. De hecho, Mourinho se tomó con ironía las críticas de la prensa al juego del equipo y las preguntas sobre su futuro. «El equipo lo hizo todo bien. Estoy feliz. Mañana, si quiero, me puedo tomar un día libre sin problemas. No tengo motivos para estar triste o preocupado», aseguró Mou justo después de la eliminación ante el Stoke, otra vez en la maldita tanda de penaltis que tantos títulos le han costado al entrenador portugués.

Mourinho tiene contrato con el Chelsea hasta 2019, por lo que su finiquito podría ponerse en una cantidad cercana a los 50 millones de euros si no llegara a un acuerdo con Abramovich en caso de destitución. Pero a Mou no se le pasa por la cabeza ser despedido. Le extraña, eso sí, que los que pedían «otras cosas» cuando el Chelsea ganaba, ahora exijan resultados. «Hace unos meses ganábamos los partidos y yo era campeón. La gente decía que hay cosas más importantes que los resultados. Ahora la gente dice que los resultados son lo más importante. Es una contradicción. Es un poco raro», decía con un punto de sorna el técnico luso.

En el horizonte, el partido del sábado ante el Liverpool, que podría ser el último de la segunda etapa de Mou en el Chelsea si los blues no consiguen la victoria. Llega a Stamford Bridge Jürgen Klopp, un entrenador que ya sabe lo que es eliminar a Mourinho en una competición. Fue precisamente en las semifinales de Champions de la temporada 2013-14, cuando el Borussia Dortmund eliminó al Real Madrid en uno de los últimos partidos de Mou al frente del banquillo del Bernabéu.