Márquez se exhibe y lidera el triplete español en Jerez

Márquez volvió a demostrar en Jerez que come solo en el Mundial de MotoGP. Después de vencer en Argentina e irse al suelo cuando lo tenía todo a favor en Austin, el campeón del mundo se exhibió en el GP de España y se llevó la victoria en una carrera que dominó de principio a fin. Rins y Viñales completaron el triplete español sobre el trazado andaluz y el de Cervera recuperó el liderato del Mundial.

La carrera vino precedida de una clasificación que no siguió las leyes de la lógica. Principalmente, porque no es usual ver a un piloto arrebatarle un récord a Márquez. Y menos con una moto satélite. Ese fue un Fabio Quertararo que, a sus 20 años y apenas dos semanas, se convirtió en el poleman más joven de la historia en Jerez. Y además, la historia tiene miga porque, al que se bautizó como el nuevo Márquez allá por 2015, heredó una moto, la Yahama de Petronas, que primero iba para Lorenzo, que acabó firmando por Honda, después para Pedrosa, que prefirió la retirada y después, en un principio iba a ser para Álex Márquez, pero el francés afincado en España se le adelantó. Y eso no sentó bien al actual campeón del mundo que lanzó aquella famosa frase que se le puede volver en contra: «Algunos tienen mucha prisa por subir».

Por ello la carrera tenía un aliciente extra. Bueno, y porque se celebraba en, probablemente, el circuito donde mayor sacrilegio se le guarda al motociclismo. Y Márquez, después de irse al suelo en Las Américas cuando lo tenía todo hecho, tenía una cuenta pendiente con su afición y con un circuito cuyo trazado nunca ha sido el mejor para sus características. Eso sí, ganó el año pasado y en este quería volver a repetir victoria.

Y todo no pudo mejor para un Márquez que, gracias a una salida genial, tomó la primera posición y tenía una estrategia clara: como en Argentina o en Las Américas, imponer un ritmo alto, irse en solitario y subir a lo más alto del cajón. Morbidelli y Quartararo, con las satélites de Yamaha, le perseguían en segunda y tercera posición. Viñales, que obró una buena salida, Dovizioso y Rins andaban por detrás intentando engancharse al grupo de cabeza. Rossi estaba en undécima posición y Lorenzo decimoquinto fuera de toda opción.

El punto de inflexión se produjo a 18 vueltas para el final, cuando Márquez decidió romper la carrera e imponer un ritmo inalcanzable para el resto. Es una obviedad: el campeón español es el más rápido de la parrilla y, al menos de momento, salvo error suyo, no hay quien le tosa en este Mundial. Eso si, el GP de España no se podía dar por acabado. Lo de Austin aún estaba en el recuerdo de todos, pero el de Cervera parecía haber aprendido la lección.

Rins y Viñales completan el triplete español 

Con Márquez en solitario camino a su segunda victoria en cuatro carreras en el Mundial, el gran aliciente de la carrera estaba en un posible triplete español en Jerez. Rins, que volvió a hacer una carrera formidable y Viñales arañaban segundos a la pareja de Petronas y no era un utopía soñar con un cajón lleno de españoles en casa. Las probabilidades de esta hazaña aumentaron cuando la moto dejó tirado a Quartararo cerca de la curva Dani Pedrosa. Ahora sólo Morbidelli podía dinamitar el sueño de un cajón lleno de españoles.

Con Rins en solitario persiguiendo a la Honda, Viñales pasó a Morbidelli. Pero cundo todo hacía indicar que habría fiesta española, Dovizioso se metió en la fiesta con el objetivo de perder los mínimos puntos posibles con respecto a Márquez. La carrera iba a estar emocionante hasta los últimos metros.  Finalmente, el italiano no pudo con Viñales y hubo fiesta española en Jerez. Y Marc Márquez recuperó el liderato del Mundial. Lo dicho, volvió a demostrar que nadie como en su mesa.