Lukaku y Hazard devoran a Irlanda y confirman la candidatura de Bélgica (3-0)

Bélgica dio mala imagen ante Italia en la primera jornada y las dudas se apoderaron de una selección que muchos señalaban como una de las grandes candidatas a poder alzarse con la Eurocopa. Ante Irlanda no tenía margen de error. Debía ganar y convencer y así lo hizo.

Wilmots sabía que necesitaba sacudir a su equipo tras el poco juego y las muchas críticas recibidas e introdujo tres cambios respecto al debut. Entre ellos destacaba la presencia de Ferreira Carrasco y Dembele por Nainggolan y Fellaini. Las novedades surtieron efecto.

Bélgica mostró desde el arranque del partido una cara totalmente diferente, aunque también es verdad que enfrente estaba Irlanda y no Italia. Aún así, los diablo rojos salieron con una actitud diferente y fútbol asociativo que les hacía llegar a la portería rival de manera constante.

Avisaron a balón parado, cuando un remate de Alderweireld primero y un centro de De Bruyne que no encontró rematador después pusieron el ¡uy! en la grada del estadio de Burdeos. La ocasión más clara de la primera mitad estuvo en las botas de un Hazard que también mostró una versión mejorada de lo visto en su primer partido. Cuando el jugador del Chelsea lo tenía todo para marcar envió el balón por encima de la portería defendida por Darren Randolph.

Bélgica tenía el dominio total del juego, mientras Courtois en su portería se aburría ante la impotencia irlandesa. Entraba por ambas bandas con Hazard y Carrasco, mientras que De Bruyne se movía por la mediapunta participando en todos las jugadas de ataque.

El primer gol se hizo esperar hasta comienzo de la segunda parte. Fue en el minuto 48 cuando una transición rápida conducida por el pelirrojo del Manchester City fue finalizada por Lukaku. El poderoso delantero belga aprovechó un buen movimiento sin balón de Carrasco y la asistencia de De Bruyne para soltar un zurdazo que abría el marcador. Golazo.

No tardó mucho en llegar el segundo gol de Bélgica. Witsel apareció de segunda línea en el área para rematar de cabeza un gran centro del lateral Meuiner, la otra novedad en el equipo inicial.

Irlanda se veía fuera de la Eurocopa, con un punto y un enfrentamiento contra Italia pendiente, y se fue arriba en busca de un gol que les metiese en el partido. Así, fue donde apareció Hazard para hacer un destrozo. Una galopada del extremo en la que regateó hasta al juez de línea sirvió para que Lukaku sólo tuviera que empujar el balón en el segundo palo. Ese sí es el jugador que enamora a Zidane. 

Las malas noticias para Bélgica fueron las lesiones de Carrasco y Dembele, que tuvieron que ser sustituidos por Mertens y Nainggolan. Bélgica ha despertado. Los diablos rojos tienen ganas de guerra. Jugando así, son candidatos a todo.