Luis Enrique y los jugadores del Barça lloran por la dureza del Espanyol: «Corrieron y pegaron»

El Barça lloró después del derbi. Acostumbrado a partidos más plácidos donde los rivales bajan los brazos al primer golpe, sus dos últimos encuentros fuera de casa ante Valencia y Espanyol han sido de armas tomar. Los azulgrana han acabado regulando, bajando el pistón y dejándose sendos empates.

Luis Enrique se mordió la lengua en rueda de prensa, aunque dejó un mensaje claro: «Es difícil jugar contra un equipo que va al límite». El Espanyol cometió 22 faltas y vio cinco tarjetas amarillas: Álvaro, Javi López, Jordán, Víctor Álvarez y Diop. Bravo y Rakitic repitieron un mensaje al unísono, como en los tiempos de Guardiola: “Nos vamos calientes”.

El vestuario azulgrana cree que González González puso el listón de las tarjetas demasiado bajo y dejó pegar al Espanyol más de la cuenta. En la caseta del Espanyol, al contrario, admitieron que habían planteado un partido al límite. “Hemos sido duros, pero es el árbitro el que tiene que decidir”, dijo Burgui al final del partido.

Luis Enrique señalaba en rueda de prensa que no le había sorprendido el planteamiento de Galca, pero expresaba la dificultad de superar a un rival «que juega al límite. Esperábamos este partido. Han presionado muy bien. Han sido muy intensos. Lo sabíamos. Lo dijo su entrenador y esto es un derbi. Siempre hay esta agresividad. No hay nada que objetar”.

Por su parte, Claudio Bravo envió un mensaje al Espanyol y al árbitro: “El Espanyol nos presionó bien, pero esto es largo. Intentamos ganar por todos los medios que podíamos y nos vamos con un 0-0. Claro que nos preocupa este resultado, el hecho de no ganar nos preocupa. Nos vamos calientes. El Espanyol jugó a su manera, corrió, pegó. Hicimos lo nuestro, pero no nos alcanzó”.