Joan Mir, campeón del mundo de MotoGP

Joan Mir no falló. Tras la victoria del pasado fin de semana lo tenía todo para ser campeón en Cheste este domingo, y aprovechó su primer match-ball para sentenciar el título y proclamarse campeón del mundo de MotoGP. Todo se le puso de cara en la primera vuelta gracias a una buena salida. El piloto mallorquín se colocó décimo, mientras Quartararo se iba largo y bajaba hasta las últimas posiciones para posteriormente irse al suelo a 18 vueltas para el final.

Franco Morbidelli continuaba liderando la carrera, pero su principal rival era Álex Rins. Su compañero de equipo había adelantado hasta la séptima posición en la salida, pero eso tampoco suponía un problema ya que de acabar así le recortaba sólo tres puntos. Desde ese instante el objetivo de Mir era controlar a Rins para que no se fuera y así poder mantener la distancia en la clasificación general.

Quedaba mucha carrera pero la situación era ideal para Joan Mir, nadie le apretaba por detrás y si conseguía mantener esa distancia con Rins sería campeón. Así fue, aguantó como si fuera un veterano y la caída de Nakagami se lo puso todavía más de cara. Mir se colocaba séptimo y Rins necesitaba ser segundo para mantener vivas sus opciones. Finalmente, el mallorquín cruzó la línea de meta en séptima posición con su compañero cuarto, suficiente para cantar el alirón y suceder a Marc Márquez en el palmarés.

Por delante, Morbidelli continuaba tirando y dejaba atrás a Miller y Pol Espargaró. El italiano estaba cumpliendo con su tarea y, aunque el título era imposible porque Mir también estaba haciendo bien su trabajo, le metió un buen mordisco al Mundial para meterse de lleno en la lucha por el subcampeonato. La caída de su compañero de equipo, Fabio Quartararo, sumado al cuarto puesto de Rins le permite colocarse segundo en la clasificación con cuatro puntos de ventaja sobre el español.

Cuando parecía que sería una carrera fácil para el de Petronas, Jack Miller comenzó a tirar y fue recortando la distancia con Morbidelli hasta alcanzarle en la última vuelta. El piloto australiano de Ducati le adelantó en la recta de meta al entrar en una última vuelta de infarto en la que se adelantaron varias veces. Finalmente Morbidelli se llevó el gato al agua y consiguió la victoria.