Competición no entra de oficio y Luis Suárez se va de rositas tras su agresión en Mestalla

La agresión de Luis Suárez queda impune. El Comité de Competición de la RFEF, en su enésimo ejercicio de tancredismo, decidió no actuar de oficio en el caso del pisotón del uruguayo al central valencianista Abdennour el pasado sábado en Mestalla. El delantero del Barcelona, por lo tanto, se va de rositas, elude cualquier tipo de sanción y podrá jugar esta semana ante el Deportivo.

A pesar de que la imagen de la agresión de Luis Suárez ha tenido una enorme repercusión mediática en todos los canales de televisión, el Competición ha preferido mirar para otro lado y dejar sin castigo la agresión del uruguayo. No es la primera vez que el delantero del Barcelona agrede a un rival, pero sí es la primera en que el órgano sancionador de la competición deja la acción antideportiva del uruguayo sin sanción alguna.

2010: mordisco a Bakkal · 7 partidos de sanción

Luis Suárez empezó a mostrar su conducta violenta en su etapa en el Ajax, el equipo en el que se dio a conocer en el fútbol europeo. En un clásico ante el PSV en el año 2010, el uruguayo mordió en el hombro a Otman Bakkal. La acción le costó siete partidos de sanción por parte de la Federación holandesa, más dos encuentros por parte de su propio club, que además le impuso una multa económica.

2013: mordisco a Ivanovic · 10 partidos de sanción

Luis Suárez repetiría mordisco tres años después. Esta vez ya estaba enrolado en las filas del Liverpool y en un partido de la Premier dio un bocado a Ivanovic que le supuso 10 encuentros de castigo por parte de la Federación inglesa, a pesar de que el árbitro no le expulsó ni reflejó la agresión en el acta. La FA actuó de oficio en el castigo al uruguayo.

2014: mordisco a Chiellini · 9 partidos y 4 meses

Como no hay dos sin tres, el delantero del Barcelona repetiría mordisco en el Mundial de Brasil. Fue durante el Uruguay-Italia de la primera fase y su víctima fue Chiellini. Luis Suárez tampoco fue expulsado, pero la Comisión Disciplinaria de la FIFA actuó de oficio y le suspendió con 9 partidos, además de inhabilitarle durante cuatro meses de «ejercer cualquier clase de actividad relacionada con el fútbol» y multarle con 100.000 francos suizos.