El Barcelona llega al Clásico ingresado en la UCI (1-1)

El Barcelona continúa maldito en Anoeta. El equipo de Luis Enrique volvió a naufragar en un campo en el que lleva sin ganar nueve años. Los culés firmaron el peor partido de la temporada ante una Real Sociedad que les pasó por encima en juego y ocasiones. Las únicas buenas noticias para los azulgrana fueron que la única ocasión clara que disfrutaron la convirtió Messi en gol y que el árbitro les favoreció tras anular un gol legal a Juanmi que hubiese supuesto el 2-1 en el minuto 76.

La Real Sociedad quiso desde el minuto uno recordar al Barcelona que Anoeta es un campo aciago para ellos. Las cinco derrotas en los últimos seis años atestiguan que por algún motivo este feudo se resiste a los culés. Los donostiarras presentaron una presión altísima que atragantó al Barça hasta el punto Luis Enrique prohibió a Ter Stegen jugar en corto. Como consecuencia, los visitantes no hilvanaron ni una jugada con más de tres pases en la primera media hora.

La Real dio un auténtico recital en esos primeros treinta minutos con Vela y Oyarzábal funcionando auténticos puñales por las bandas y asociándose con pases en corto que desarmaban a los centrocampistas rivales. Sin embargo, las ocasiones de los de Eusebio Sacristán fueron cayendo en saco roto ante un Ter Stegen firme y seguro. Los donostiarras jugaban al Barça, como los azulgrana suelen hacerlo ante sus rivales.

Los locales se enfriaron en los minutos finales del periodo inicial por dos conatos de lesión grave de Jordi Alba y Piqué que casi obligan a Luis Enrique a sacar a Digne y Marlon Santos. La falsa alarma despertó levemente a una MSN que no había entrado en juego al ser incapaz de cazar los pelotazos de la defensa. Pese a ello, el Barcelona ni tiró a puerta. Un par de córners en esos instantes finales fueron el mejor balance que se llevaban al descanso.

Luis Enrique señaló a Rakitic e introdujo a un Denis Suárez que vino a buscar el balón más en corto. Sin embargo, el receso sirvió a la Real Sociedad para recobrar energías y volver a apretar a un Barcelona que siguió ausente. El gol era cuestión de tiempo y en esta ocasión los locales no iban a perdonar un fallo en cadena de la defensa culé.

En un balón largo, Vela se impuso a un blando Mascherano para quedarse sólo contra Ter Stegen. El alemán sacó el disparo del delantero mexicano, pero su rechace fue a parar a la cabeza de un William José que ajustó un remate al poste, mientras Piqué era incapaz de sacar el balón sobre la raya.

El Barça estaba groggy y al borde del K.O. en los minutos siguientes. Pese a ello, un leve despiste de Carlos Martínez sirvió a Neymar para ganar la banda izquierda y servir un balón letal a un Messi que definió en dos toques y que lideraba una posible resurrección culé.

El golpe no afectó a unos donostiarras que siguieron presionando y logrando ocasiones de mérito. La noche de Ter Stegen era brutal en tremendo contraste con sus compañeros. Carlos Vela, tras varias paradas del guardameta alemán, vio que para batirle tendría que sacar la escuadra y el cartabón.

La traca final de la Real

El mexicano tuvo en sus botas las dos ocasiones más claras para cambiar el destino del partido. Su primer disparo chocó contra el travesaño y el rechace cayó en las botas de un Juanmi que lo convirtió en gol. Sin embargo, el asistente de Gil Manzano anuló el tanto erróneamente por fuera de juego. La afición de Anoeta no daba crédito a otro favor arbitral en favor del Barcelona.

Cinco minutos después, Vela tuvo su revancha con Ter Stegen desde la frontal. El delantero buscó esta vez el disparo raso y nuevamente se encontró con que su intentona era repelida por la madera. La Real amagó con más en los últimos minutos, pero una lesión de Rulli terminó por firmar las tablas en un partido en el que el Barcelona se mostró en las antípodas de su mejor nivel. Los culés llegan ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos al Clásico. A seis puntos y en una crisis de juego y de personalidad.