El Atlético regala un partido decisivo y se queda sin liderato

El Atlético regala un partido decisivo y se queda sin liderato tras un final indigno de un equipo que pretenda aspirar a algo. En el minuto 88, ganando 0-1, Correa se autoexpulsó y a partir de ahí todo desembocó en un drama. En la falta provocada por la roja al argentino empató Arambarri y en el descuento volvió a marcar el uruguayo. Tremendo resultado para los rojiblancos, cuyas consecuencias pueden influir en los choques de la próxima semana ante Real Madrid y Barcelona.

En el Coliseo el Atlético se encontró justo con lo que estaba esperando: un macizo montañoso que escalar y un ascenso lleno de dificultades. El Getafe prescindió de salida de Borja Mayoral, agrupó a sus jugadores cerca de David Soria y cerró todos los espacios con el objetivo de evitar que los de Simeone encontraran un recoveco por el que introducirse. Al paso por el primer cuarto de hora no sólo no había habido ni una sola ocasión de gol, sino que tampoco existía el menor indicio de que pudiera haberlas a corto plazo.

El Cholo no tardó en impacientarse por lo que estaba viendo y se levantó dando gritos pidiéndole más tensión a sus jugadores. Su hijo Giuliano fue el único que captó el mensaje y agitó la matinal con un par de carreras por la derecha. Nada trascendental, pero por lo menos sirvió para que el Atlético pisara el área de un Getafe que consiguió llegar a la media hora sin que Soria hubiera pasado por ninguna preocupación más allá de un disparo de Griezmann tras un córner que se fue a la esquina.

La primera parte, de hecho, obligó a Oblak mucho más que a Soria. El esloveno fue clave en un cabezazo en el área pequeña de Uche tras un falta botada por Milla. A Nahuel Molina se le escapó la marca -la primera parte del argentino fue infame- y el nigeriano apareció solo en la zona de castigo, pero el remate le fue al centro de la portería y allí embolsó el portero  para abortar el que sin duda fue, como mucha diferencia, el momento de mayor peligro de un primer acto que se extinguió con muchas dudas para el Atlético.

De Paul -tocado- y Lino no aparecieron tras el descanso, sustituidos por Barrios y Correa en busca de una reacción que se hizo evidente desde que el balón se puso en juego. El equipo dio un paso al frente y por primera vez empezó a amontonarse cerca del área del Getafe. Griezmann obligó a intervenir a Soria a los 50 minutos. El disparo lo anuló Cuadra Fernández por fuera de juego, pero fue un buen síntoma. Justo lo que había buscado Simeone con los cambios.

Intuyendo que era el momento de aumentar su arsenal, el Cholo dio entrada a Sorloth, aunque para evitar males mayores retiró a Julián, que consiguió su propósito de evitar la tarjeta a costa, eso sí, de pasar desapercibido. El noruego se fue arriba en busca de repetir la proeza de la primera vuelta, pero esta vez Bordalás no se quedó parado y llamó a Borja Mayoral para que reemplazara arriba al uruguayo Álvaro con media hora más el descuento por delante. Tiempo suficiente para que pasaran muchas cosas, aunque el siguiente movimiento no entraba en ningún pronóstico. Nahuel se fue al vestuario y ante la sorpresa general le sustituyó el francés Lemar. Para acabar de completar el puzzle Gallagher ingresó por Griezmann, muy errático toda la matinal.

Las elocubraciones del Cholo volvieron a surtir efecto, aunque de la forma más inesperada. A los 75 minutos Lemar botó una falta y en el rebote en el área Alderete palmeó con la mano. Figueroa Vázquez llamó a filas a Cuadra Fernández y el mallorquín no lo dudó. Desde los once metros Sorloth volvió a ejecutar al Getafe y le dio al Atlético una ventaja que parecía imposible conseguir en condiciones normales.

Todo parecía estar de cara, pero el final de partido fue terrible. Correa le soltó un plantillazo absurdo a Diego Rico en el 88. Se ganó la roja y provocó una falta que desembocó en el empate. No acabó ahí la desgracia colchonera porque en el 92 volvió a marcar Arambarri. Primera victoria de Bordalás ante Simeone, primera derrota del Cholo en Getafe y, sobre todo, un resultado tremendo para el Atlético, sobre todo a la vista de lo que se le viene encima.