Oskar Schindler: quién fue y por qué se recuerda su figura

Los trágicos hechos en torno a la Segunda Guerra Mundial, y más específicamente al Holocausto, dieron nacimiento a varios héroes anónimos. Sin embargo, otros sí que tuvieron su merecido reconocimiento una vez derrotado Hitler y finalizada la guerra. Entre ellos, ¿quién fue Oskar Schindler y de qué forma ayudó a salvar la vida de cientos de judíos durante la ocupación nazi?

La lista de Oskar Schindler

Oskar Schindler era checoslovaco, pero ingresó en 1936 en la Abwehr, el servicio de inteligencia alemán, fue espía y arrestado por el gobierno checo en 1938. Fue liberado poco después  gracias a los términos de los Acuerdos de Múnich y se afilió al Partido Nazi.

En 1940 fue enviado a Turquía para que investigara un asunto de corrupción entre varios oficiales de los servicios de inteligencia asignados a la embajada alemana. Luego se mudó a Cracovia y arrendó una fábrica de esmaltados de empresarios judíos en bancarrota conocida como Emalia, alquiló la fábrica de vidrio Prokosziner Glashütte y colaboró en la gestión de Schlomo Wiener Ltd.

Personaje lanzado a la fama mundial

Aunque a muchos su nombre le sonará por la popular película La lista de Schindler, de Steven Spielberg, esta cinta sólo aborda una parte de la vida de este controvertido hombre de negocios. Lo que pocos saben es que antes de ser un benefactor del pueblo judío, Schindler supo ser un jugador, mujeriego, miembro del partido nacionalsocialista y, sobre todo, un empresario de dudosa ética.

¿Cómo pudo ese mismo hombre ser honrado por el Estado de Israel como un «Justo»? Ésta es la historia de los más de 1.200 judíos salvados por Schindler, cuya descendencia alcanza ya los 6.000 hijos, nietos y bisnietos de aquellas potenciales víctimas de Hitler.

Así salvó Schindler a los judíos

Nacido el 28 de abril de 1908 en Zwittau, hoy territorio de la República Checa, Schindler pertenecía a una familia acomodada que quebró como consecuencia de la crisis del 29. Desempleado, se unió a las tropas nazis al creer que así podría hacer negocios fácilmente. Y por esto mismo abandonó a su esposa y se trasladó, siguiendo la ocupación alemana, a la ciudad de Cracovia. Rápidamente entabló relaciones con los líderes nazis, pero a medida que ganaba dinero lo gastaba en alcohol y mujeres.

Y a pesar de que durante años había empleado a los judíos desahuciados como mano de obra barata, no tardó demasiado en ver con sus propio ojos la brutalidad de Hitler y el exterminio planificado de este pueblo. Aprovechando sus contactos y sus recursos, comenzó a emplear judíos incluso cuando eso atentaba contra la viabilidad de los negocios. Al emplearles, les salvaba.

Una de sus ideas más brillantes fue la de establecer una base de operaciones para su fábrica lejos del dominio de las tropas nazis. Descubrió que así podía llevar más comida y medicinas a los judíos que trabajaban en la factoría. Y su vida corría menos peligro.

Se arriesgó hasta tal punto que fue arrestado en dos ocasiones por la Gestapo, que sospechaba de las contrataciones. Pero aprovechando sus influencias y resignando el poco dinero que le quedaba, sobornó a quien hiciera falta para seguir el plan.

Cuando la guerra culminó, ya en mayo de 1945, Schindler reunió a sus empleados y les dijo emocionado que todos estaban libres. Pasó a ser fugitivo y debió huir por un tiempo. Poco a poco su leyenda trascendió, y el mito de ese hombre adinerado que dejó todo por salvar a más de mil judíos no tardó en difundirse. Tras un breve tiempo viviendo en Argentina, falleció en Alemania en el año 1958.

Hoy se le honra en el Memorial Yad Vashem de Israel, y se puede visitar la Fábrica de esmaltes de Oskar Schindler en Cracovia. Evidentemente es un recorrido sobrecogedor, pero no te lo deberías perder si has visto el film o acabas de leer este artículo.

La lista de Schindler es una película basada en la novela “El arca de Schindler” de Thomas Keneally, dirigida y coproducida por Steven Spielberg y que relata la historia de este período de la vida de Oskar Schindler.