La OCU explica por qué se ha considerado pseudoterapia al Tai Chi y la aromaterapia

A mediados de 2019, se lanzó el Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias por parte del Ministerio de Sanidad, con el propósito de analizar la evidencia científica de 138 prácticas terapéuticas consideradas como «terapias alternativas». El objetivo era identificar aquellas sin respaldo científico, calificándolas como pseudoterapias.

En respuesta a este plan, se creó el portal #CoNprueba por los ministerios de Sanidad y Ciencia, destinado a educar a la población sobre pseudoterapias y pseudociencias, promoviendo el pensamiento crítico y la divulgación científica.

En este contexto, se han identificado varias prácticas terapéuticas como pseudoterapias, debido a la falta de evidencia científica que respalde su eficacia. Sin embargo, otras aún están bajo evaluación para determinar su validez.

La OCU alerta sobre la pseudoterapias

Después de examinar las 138 terapias objeto de cuestionamiento inicial, el Ministerio de Sanidad determinó que 71 de ellas deben ser categorizadas como pseudoterapias. Esto se debe a la falta de estudios científicos disponibles en la base de datos de PubMed, lo que indica una carencia de respaldo científico en cuanto a su eficacia y seguridad.

Forman parte de esta lista las siguientes: análisis somatoemocional, ángeles de Atlantis, armónicos, arolo tifar, ataraxia, aura soma, biocibernética, breema, cirugía energética, coaching transformacional, constelaciones sistemáticas, cristales de cuarzo, cromopuntura, cuencos de cuarzo, cuencos tibetanos, diafreoterapia, diapasones, digitopuntura, esencias marinas, espinología, fascioterapia, feng shui, flores del alba, frutoterapia, gemoterapia, geobiología, geocromoterapia, geoterapia, grafoterapia, hidroterapia del colon, hipnosis ericksoniana, homeosynthesis, iridología, lama-fera, masaje babandi, masaje californiano, masaje en la energía de los chacras, masaje metamórfico, masaje tibetano, medicina antroposófica, medicina de los mapuches, medicina ortomolecular, metaloterapia, método de orientación corporal Kidoc, método Grinberg, numerología, oligoterapia, orinoterapia, oxigenación biocatalítica, piedras calientes, pirámide vastu, plasma marino, posturología, pranoterapia, psicohomeopatía, psychic healing, radioestesia, rebirthing, sincronización core, sofronización, sotai, tantra, técnica fosfénica, técnica metamórfica, técnica nimmo de masaje, terapia bioenergética, terapia biomagnética, terapia de renovación de memoria celular (cmrt), terapia floral de California, terapia floral orquídeas y terapia regresiva.

Pendientes de revisión

Por otro lado, el Ministerio de Sanidad ha ratificado a OCU que realizará una revisión exhaustiva de la evidencia disponible para todas las técnicas o prácticas con supuesta finalidad sanitaria que aún no han sido evaluadas, con la previsión de que todas estas revisiones sean publicadas para el año 2025.

Entre las terapias alternativas que aún están pendientes de revisar se encuentran diversas prácticas como la abrazoterapia, acupresión, análisis transaccional, arteterapia, auriculoterapia, ayurveda, biodanza, caballoterapia o hipoterapia, constelaciones familiares, cromoterapia, crudivorismo, drenaje linfático manual, enfermería naturista, fitoterapia, Gestalt, hidroterapia, hipnosis natural, homeopatía, kinesiología, kundalini yoga, linfodrenaje, masaje ayurvédico, medicina naturista, medicina natural china, moxibustión, naturoterapia, osteopatía, panchakarma, programación neurolingüística, psicoterapia integrativa, quiromasaje, quiropraxia, reiki, risoterapia, seitai, shiatsu o shiatsu namikoshi, sonoterapia, técnica Alexander, técnicas de liberación emocional, terapia craneosacral, terapia de polaridad, terapia floral de Bush, terapia herbal, terapia humoral, terapia nutricional, visualización y yoga de polaridad.

#Salud Sanidad da a conocer nuevos informes sobre 8 terapias, pero quedan muchas pendientes. Pedimos que el ritmo se acelere y se impulse una regulación.
➡Te contamos prácticas que se han considerado ya pseudoterapias (y su eficacia #NoCuela)https://t.co/0Z1gAqokKw

— OCU (@consumidores) April 15, 2024

El término «pseudociencia» se refiere a un conjunto de afirmaciones, métodos o creencias que, sin seguir un método científico validado, se presentan de manera falsa como científicas o respaldadas por evidencia.

Por otro lado, las «pseudoterapias» son prácticas que pretenden tratar enfermedades o mejorar la salud utilizando procedimientos o sustancias carentes de respaldo científico actualizado, lo que puede entrañar riesgos significativos para la salud.

Riesgos para la salud

Las pseudociencias se presentan como opciones científicas, pero carecen de métodos y eficacia demostrados. Esto puede llevar a una distorsión de la realidad médica y a poner en riesgo la salud de los pacientes al contradecir tratamientos médicos establecidos.

Estas corrientes surgen de la desesperación por encontrar soluciones a problemas médicos no resueltos por la ciencia tradicional. Las personas con enfermedades graves son especialmente vulnerables a estas terapias, y es común que abandonen tratamientos médicos convencionales en favor de opciones alternativas.

Las pseudoterapias, al igual que las pseudociencias, pueden ser peligrosas para la salud. Algunas son inocuas, basadas en placebos, mientras que otras utilizan sustancias tóxicas. Un ejemplo extremo es el MMS, una sustancia prohibida en España por sus efectos adversos.

Es importante tener precaución con estas prácticas, ya que pueden llevar a los pacientes a abandonar tratamientos médicos efectivos y a gastar grandes sumas de dinero en terapias sin base científica. Aunque algunas ofrecen un momento de bienestar, no representan una cura real para las enfermedades.

Resulta llamativo cómo se ha normalizado el uso de numerosas pseudoterapias en la sociedad actual. Se escucha con frecuencia sobre prácticas como la apiterapia, el feng shui, la ozonoterapia, y el masaje en los chacras. También se mencionan terapias como la hidroterapia de colon y el tantra, entre otras. Estas prácticas, aunque carecen de respaldo científico, siguen siendo populares y ampliamente utilizadas por muchas personas.