Como todas la buenas historias, la del tweed nació del amor. Gabrielle Chanel conoció al duque de Westminster en la década de los años 20, en uno de sus viajes a Escocia. El duque le prestó algunas de sus chaquetas para protegerla del frío clima y Coco se enamoró de Dmitri Pavlovich, y también de la cálida tela de la prenda que hasta entonces solo se utilizaba en moda masculina. Un siglo después, el director creativo de la maison Patrice Leguéreau reinterpreta esta historia de amor transformando el tweed en 63 hermosas piezas de alta joyería que analizamos y admiramos por su meticulosa artesanía.
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Oro, diamantes, rubíes, zafiros… engastados y entrelazados de manera casi mágica. Las 63 piezas de la colección Tweed es belleza en estado puro, una oda a los códigos de la casa que su fundadora instauró en 1932, año en el que Coco presentó su primera colección de alta joyería.
Tejiendo gemas preciosas
Lo que tiene de especial esta colección llamada Tweed es que es un profundo homenaje al savoir faire a Coco Chanel, como lo es también la última colección de relojes Mademoiselle Privé Piqué-Aigulles.
Para reproducir el tejido tweed en el mundo de la joyería, el taller de alta joyería de Chanel desarrolló técnicas especiales de articulación.
Las gemas y metales preciosos se entretejen, articulan como si fuera el famoso tejido que tanto amó la diseñadora. «Cada configuración se ha reducido a un extremo minimalista para minimizar la aspereza del grano, haciendo que cada pieza sea suave al tacto», señalan responsables de la casa.
El diseñador creativo Patrice Leguéreau explica que «a menudo la joyería se ha basado en los códigos de la alta costura, pero es excepcional el hecho de que una tela haya servido como punto de partida para una colección».
Iconos de Mademoiselle Chanel
La primera colección Tweed vio la luz en 2020 y, ahora, tres años después presentan 63 piezas nuevas llenas de aún más creatividad. Explora nuevos y más colores, así como iconos clave de los archivos de Chanel.
“Quería tejer un tweed con piedras preciosas, crear formas más atrevidas, componer una historia única con cada pieza de la colección”, señala Patrice Leguéreau que en esta ocasión presenta nuevos tejidos de joyería en cinco colores diferentes, cada uno adornado con un icono de Gabrielle Chanel: El lazo, la camelia, la estrella, el sol y el león.
