En España hay una docena de islas privadas. Lugares llenos de encanto, exclusividad y naturaleza. Mágicos enclaves a los que escaparnos en cualquier época del año: en un pantano en Ávila, frente a la costa de Murcia y en ambos archipiélagos. Sin embargo, según el Ministerio de Transición Ecológica, ninguna isla puede ser en su totalidad privada porque siempre tendrá una franja de dominio público.
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Isla Tagomago, Ibiza
Posiblemente sea la isla privada más conocida de España. Se trata de un islote de 60 hectáreas. Si quieres disfrutar de la villa que hay en Tagomago durante unos días se puede alquilar a través del servicio Exclusive Homes, del grupo Mandarin Oriental, y el precio por noche depende de la temporada, pero varía entre los 20.000 y 30.000 euros.
Esta isla mide unos 1.525 metros de largo y 113 metros de ancho. La propiedad, de 5 habitaciones y capacidad para 1o personas, cuenta con piscina de agua salada, jacuzzi, zona de barbacoa, área de fitness y playas a las que se accede a pie. Además, al alquilarla se incluyen servicios como mayordomo, chef privado, servicio concierge 24 horas, limpieza, mantenimiento, anfitrión de la villa y capitán de barco.
Isla del Burguillo, Ávila
En mitad de Castilla y León, lejos del mar y aguas cristalinas, encontramos una isla privada que se puede alquilar durante el fin de semana. En medio de la naturaleza, bosques y montañas, encontramos la Isla del Burguillo, un paraje desconocido por muchos pero lleno de encanto.
Isla Sa Ferradura, Ibiza
Es sin duda una de las islas privadas más exclusivas. La villa que se encuentra en el islote se alquila desde el año 2017 por unos 300.000 euros a la semana. Se asienta en una península mínima con forma de herradura, de ahí su nombre, y se accede a ella por carretera o en barco.
En 2006 fue bautizada como la ‘isla más cara del mundo’ al venderse por unos 40 millones de dólares (31,5 millones de euros). Irónicamente, en 1932 un alemán se la compró a unos agricultores por 102 pesetas (60 céntimos de euro). Actualmente es propiedad de un magnate ruso, Mikhail Prokhorov, quien la adquirió en 2013 por 33 millones de euros.
Isla del Barón, Murcia
En el Mar Menor, una zona asediada por turistas todos los años, encontramos otra de las islas privadas más bonitas de España, un pequeño oasis de paz en la Isla del Barón. Actualmente pertenece a Ana María Navarro Figueroa, marquesa viuda de Sierra Nevada. Se trata de un cono volcánico, tiene 94 hectáreas y su pico más alto es de 104 metros.
La isla cuenta con el mayor bosque de palmitos de Europa y una diversa y rica variedad de avifauna. El palacete tiene una sola planta y su diseño le hace parecer un castillo debido a los torreones. Más cerca de la playa hay un pequeño embarcadero, una casita para el guardés, una pequeña ermita, jardines y pequeños rincones para el recreo
La isla es privada, pero se alquila, así que si quieres pasar unos días de descanso e intimidad, es tu lugar.
Isla Montaña Clara, Lanzarote
Tiene 29 kilómetros cuadrados y sólo podemos llegar a ella en barco. A excepción de dos pequeños núcleos urbanos, el resto de la isla es Patrimonio Nacional. Podemos visitarla, camuflarnos en su naturaleza y sus playas, pero no podremos disfrutarla desde la tranquilidad de una villa. Aún así, se antoja un destino ideal en cualquier época del año.
Isla Toralla, Vigo
Se trata de la isla privada más exclusiva de Vigo, y de las pocas islas privadas de Galicia. Cuenta con una urbanización de lujo con más de 30 chalets y una enorme torre de 21 plantas. Un puente de 400 metros une la ínsula con el arenal, y una garita con barrera que impide el paso a cualquier persona ajena.
Toralla tuvo varios dueños durante su historia y se vendió tres veces solamente en el siglo pasado. El último en adquirirla fue en 1965 Jose Kowalsky, por 10 millones de pesetas (60.100 euros). Entonces, constituyó una sociedad y comenzó a urbanizar la isla.
Isla S’Espalmador, Formentera
Un paraje salvaje y virgen de aguas turquesas. Isla S’Espalmador, en Formentera, pertenece al Parque Natural de Ses Salines y su ubicación es ideal si pasas unos días en Formentera y quieres hacer una escapada en barco. Son apenas 2 kilómetros cuadrados y está prohibida la construcción de instalaciones turísticas. Sí que podemos encontrar dos villas, una capilla, un faro y una antigua torre de vigilancia. Sobre sus dueños, sólo se sabe que pertenece a una familia de Luxemburgo.
