En COOL hemos visto grandes edificios que se han ido construyendo a lo largo del mundo y muchos nos han dejado impresionados. Lo nuevo y lo viejo compiten por ser referencia y tener un reconocimiento alrededor que les otorgue una vida más longeva y con privilegios. Rascacielos que acarician las nubes de Nueva York y son un referente en ecología y sostenibilidad, e incluso los edificios europeos que pueden llegar a caracterizar una cultura entera. España tiene muchos y, el último que ha sido reconocido por la Comisión Europea, es un colegio ubicado en Madrid.
Son varias las razones para recibir este galardón, pero un motivo puede ser la altura de la construcción, o la originalidad y creatividad de sus fachadas. Estos últimos aspectos son los que reconoce el Premio Mies van der Rohe, otorgado por la Comisión Europea.
Este año un colegio de Encinar de los Reyes ha sido elegido entre los 5 mejores edificios europeos, con opción a ganar el primer puesto del mencionado premio. Se trata del Colegio Reggio, del arquitecto Andrés Jaque, y que abrió al público en septiembre del 2022. Como el propio colegio explica en su página web, «El Colegio Reggio está concebido como una progresión vertical que, de abajo hacia arriba, apila una planta inferior vinculada al suelo donde se sitúan las aulas de los alumnos más pequeños”.
Si observamos su exterior, no parece un simple colegio de Madrid, sino que nos da vibraciones de museo o biblioteca. No sólo juega con lo horizontal y lo vertical, sino que crea una estructura a través de líneas curvas, una fachada rugosa hecha con corcho, e incluso ventanas tipo ojo de buey, que hace que nuestra vista lo trate como una de arte y no podamos mirar más allá de él.
Además, el edificio y su diseño están muy vinculados con la creencia de que «el aprendizaje se fomenta en todos los rincones en un único espacio». Su interior está lleno de información y no se pueden parar de observar los detalles y los regalos visuales que esconde. Uno de ellos está en la segunda planta, donde se localiza un bosque de 500 metros con una construcción parecida a la de los invernaderos industriales, así como gimnasio, salón de actos, aula de arte y espacio de reunión de la comunidad educativa de niños, padres y profesores. En definitiva, su creatividad no sólo se exhibe por fuera, sino que también lo hace por dentro.
A la vez que hablamos de todas las amenidades con las que cuenta, la sostenibilidad está muy presente, puesto que la escuela tiene un implementado sistema de gestión de residuos y almacenaje, con el propósito de que ya desde pequeños los estudiantes crezcan en la consciencia de cuidar su mundo y el entorno que los rodea. El motivo es porque quieren que los alumnos entiendan la naturaleza, que estén en constante contacto con ella y que valoren el cuidado de la misma.
Además de este colegio de Madrid, otros cuatro de diferentes países han sido seleccionados también para optar a dicho premio. Para conocer finalmente al ganador habrá que esperar hasta el 25 de abril.
