Diccionario para primerizos. La A

Como hemos manifestado en más de un artículo, es innegable que los padres primerizos están llenos de dudas y temores acerca del embarazo y del posterior cuidado del bebé. Y es que se enfrentan a una situación, la de tener un hijo, sobre la que no conocen absolutamente nada y esa circunstancia les llena de miedos.

Para poder ayudarles a que se tranquilicen y a que disfruten de manera plena del periodo de gestación, vamos a iniciar ahora en BabyAffinity una serie de artículos a modo de diccionario. La hemos bautizado con el nombre de Diccionario para primerizos y a través de la misma irán encontrando, por letra, cada una de las palabras que más oirán durante estos nueve meses y que posiblemente desconozcan, hasta ahora claro.

Aborto

Este término se utiliza para referirse a la interrupción que se produce del embarazo y que trae consigo el fallecimiento del feto. Es importante saber que esa interrupción puede ser de varios tipos:

• Natural. Se produce de manera espontánea antes de la semana 20 del periodo de gestación, debido a una gran variedad de causas, tales como enfermedades, infecciones o incluso una abertura anormal de lo que es el cuello del útero.

• Inducido. Este otro tipo de aborto, como su propio nombre viene a indicar, es el que está provocado de manera absolutamente intencionada. Se lleva a cabo antes de la semana 22 del embarazo y puede ser de dos clases: terapéutico, que es necesario por razones médicas en pro de la salud de la madre o de la calidad de vida del feto, o selectivo, cuando se lleva a cabo por una decisión personal de la mujer.

Ácido fólico

Se trata de una vitamina, la B9, que la embarazada debe tomar prácticamente desde el momento que descubre que está esperando el bebé. Su médico será quien le recetará la misma, ya que juega un papel fundamental en el desarrollo del niño, tanto en la creación de las células como de los tejidos. De ahí que contribuya a evitar que el pequeño pueda presentar desde labio neporino hasta defectos en la columna vertebral, sin olvidar que evita de manera considerable que pueda nacer de manera prematura.

Además de en cápsulas, la gestante pueda aumentar los niveles de ácido fólico de su organismo tomando alimentos ricos en el mismo, como sería el caso de zumo de naranja, espinacas y demás verduras de hoja verde.

Amniocentesis

Una de las pruebas médicas más importantes a las que tienen que someterse muchas embarazadas es a esta, que consiste en la extracción de una muestra del líquido amniótico mediante una punción en lo que es su cavidad uterina.

Es de tipo invasivo, pues genera riesgos de que se produzca un aborto, y se lleva a cabo para poder conocer si el feto cuenta con anomalías, patologías neurológicas o defectos congénitos, tales como el Síndrome de Down, espina bífida, trisomía 21…

No todas las gestantes tienen que someterse a esta prueba, sólo las que presenten características como estas:

• Son mayores de 35 años.

• Cuentan con antecedentes familiares en cuanto a las mencionadas anomalías, ya sea porque tienen hijos con ciertos trastornos genéticos o porque hay otras personas de la familia que poseen los mismos.

• En pruebas previas se han detectado parámetros que indican que algo no va bien y que el feto puede tener serios problemas de salud.

Amnioscopia

Hablando de pruebas durante el embarazo, hay que hacer mención a esta que se lleva a cabo en la recta final del mismo. Su objetivo no es otro que poder conocer el color del líquido amniótico para así saber si el bebé está en perfecto estado o si, por el contrario, se encuentra en riesgo pues tiene contacto directo con las heces, con el llamado meconio.

Consiste en introducir con suavidad por el cuello del útero un tubo para así observar el estado del citado líquido. Todo irá bien si el color del mismo es transparente, pero si es marrón, amarillo o verde el niño está en peligro, por lo que el ginecólogo deberá dictaminar cuál es la actuación a realizar, que suele ser la de provocar el parto.

Apgar

Este es el nombre que se utiliza para referirse a un test, el test de Apgar, que se le realiza al bebé en los minutos siguientes a su nacimiento. En concreto, tiene como objetivo saber el estado de salud real del pequeño y para eso el profesional sanitario que se lo realiza procede a analizar un total de cinco factores diferentes:

1. La capacidad respiratoria.

2. El tono muscular.

3. Las respuestas que da el niño a ciertos estímulos.

4. El ritmo cardíaco.

5. El color de la piel que presenta.

Cada uno de estos aspectos los puntúa del 0 al 2. Todo se considerará normal si consigue sumar una cifra final de 7. No obstante, si está por debajo de esta cifra, el recién nacido presenta algún problema que requiere una actuación inmediata.